martes, 3 de enero de 2012

There's no happy ending.

Que no hay forma de que entiendas que no quiero mañanas edulcoradas. Que no necesito que pongas el mundo a mis pies. Que me sobra todo lo que no sean tus manos en mi espalda.
Que se me agotan los argumentos, y tú no atiendes a razones. Que no quiero cansarme de quererte.




_Él lo era todo para mí. Era perfecto. _susurré.
_No. Claro que no. _estalló_ ¿es que no lo entiendes?
Me pilló de sorpresa.
_¿El qué?
_Tú le hiciste perfecto. Con tu amor incondicional. Con tu venda en los ojos. Él no era perfecto. Tú le hiciste perfecto para ti.
Abrí los ojos.


Perdiendo el tiempo