miércoles, 30 de diciembre de 2009

Someone like you.

Como no puedo echarte de menos simplemente no lo hago. Escribo. Nos escribo.





_En días como hoy te echo de menos en mi cama ¿sabes? Echo de menos la forma tan increíble que tenías de revolver las sábanas y la extraña habilidad que tenías para hacer que tu olor se quedase en mi almohada durante días.
Me cogió las manos antes de que pudiera hacer nada para impedirlo. El contacto con su piel me hizo cerrar los ojos. Cuando volví a abrirlos pude verle observándome.
_No me hagas caso, ya sabes que la lluvia me pone tonta._ dije soltando mis manos de entre las suyas. Sonrió levemente, con timidez. Me rozó la cara con la mano.
_Me encanta que llueva, que te pongas tonta y sobre todo, que me eches de menos._ aparté la cara y él se acercó más a mí._ ¿Y sabes por qué?_ negué con la cabeza. _ Por que me pueden las ganas de despertarme contigo una vez más. Me pueden las ganas de quererte más que nadie.
Dejé de pensar y me limité a sentir.







Sólo le pido una cosa al año que entra.
Sólo una.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Love is a gun, separating me from you.

Es como cuando pones una sonrisa neutral y por dentro lloras tanto que es posible que llegues a ahogarte. Y sin embargo, lo que más temes no es ahogarte si no que él no llegue a tiempo para salvarte.




_Sabes que si pudiera haría que la luna fuese nuestro rincón.
_No quiero la luna. No quiero condicionales. No quiero que me prometas cosas que no cumplirás ni quiero que me mires con lástima.
Me miró extrañado. Parecía molesto.
_No te miro con lástima.
_Si lo haces. Es tu expresión de "siento lo que pudo haber sido y no fue". No quiero que sientas nada. No quiero que me digas cosas bonitas que hagan que mi corazón lata rápido. No quiero que aparezcas de la nada y sobre todo no quiero recibirte con una sonrisa cuando lo hagas.
_¿Y entre tantas cosas que no quieres, hay algo que quieras?
"No lo digas, no lo digas, no lo digas, no lo digas". Tarde.
_A ti.




Lo de siempre ¿sabes?

lunes, 21 de diciembre de 2009

Oh, it's what you do to me.

Un tira y afloja que empieza a aburrir. Sobre todo cuando se da cuenta de que es ella la única que tira y de que si sigue así, terminará por romperse. En el fondo le da igual. Está acostumbrada a reconstruirse cada vez que se pone el sol.



_Tengo mil razones para odiarte con todo el alma.
_Lo sé...pero no lo haces.
_No.
_¿Por qué?
Nos miramos a los ojos. Me abrasó su curiosidad y yo incendié sus dudas.
_Por la misma razón por la que tu has vuelto después de tanto tiempo.
Él apartó la mirada incómodo.
_Aún no sé porqué he vuelto.
Sonreí con amargura, sintiendo lástima por él.
_Claro que lo sabes, pero eres demasiado orgulloso como para admitirlo.
Su mirada se volvió más intensa.
_¿Y qué se supone que no quiero admitir?_me retó
A pesar de que mi instinto me pedía a gritos que echara a correr, que me alejase de lo que me había herido tanto, no pude evitar seguir allí de pie, frente a él.
_Que aún me quieres.
Su expresión apenas cambió, quizás un leve rastro de dolor. Me devolvió el golpe.
_¿Y tú?¿Aún me quieres?
Me reí y él me miró sorprendido.
_Te marchas con ella y desapareces casi por completo de mi vida durante algunos meses, destrozándome. Cuando decides volver me llamas y aquí estoy, como si no hubiera pasado el tiempo. ¿Eso no te dice nada?
Se acercó un poco más a mí.
_Quizás todavía me quieras un poquito.
Le sentí más cerca que nunca, arrancando vendas de heridas aún no cicatrizadas. Unas heridas de las que no emanaba sangre sino veneno. Me aparté.
_No lo suficiente.











¿Te has cansado?
Si la respuesta es la que yo creo prefiero no saberlo.
No podría soportarlo.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Slow.




_He decidido una cosa ¿sabes?
_Sorpréndeme. _ironizó mientras encendía un cigarro y se sentaba en un escalón. Dio una calada, la miró y una nube humo le envolvió. Había olvidado el efecto que le provocaba. Las ganas de que la comiese pudieron con ella y tuvo que fijar la mirada en algo que no fuera él. Se revolvió incómoda.
_¿Y bien?_su voz resonó en la oscuridad. Grave, pausada. Las ganas crecían por momentos pero pudo la rabia.
_He decidido que el día que me digas que me quieres será demasiado tarde.
Pude ver a su orgullo rebelarse frente a mí.
_Estás demasiado segura de que te quiero.
Hice un esfuerzo por sonreír.
_Tan segura como tú me dejas estarlo.
Hubo un segundo de silencio lleno de oxígeno contaminado por las dudas.







Y que si me duele algo dentro, no significa que quiero que tú lo cures.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Me rindo.


Ante lo que pudo ser y no fue.
Ante tus ganas y mi debilidad.
Ante ti.



_Hubiera conseguido hacerte feliz. Créeme que lo hubiera conseguido... con detalles de esos que te dejaban sin aire y te hacían sonreír. Pero no me has dejado intentarlo. Y yo ya no puedo hacer nada más. Me rindo.
Me miró. Tal y como lo hacía siempre. Comiéndome con los ojos y pidiéndome perdón por no poder hacerlo.
_No puedes rendirte.
Dejé de necesitar el aire.
_¿Por qué?_pregunté.
Se calló. Parecía estar buscando las palabras que necesitaba decir. Esperé por una respuesta que tal vez nunca llegaría, una vez más. Para mi sorpresa, esta vez sí llegó.
_Por que casi lo habías conseguido.
Pude escuchar cómo se rompía dentro de mí. Ruinas.
_Casi lo había conseguido_repetí_como siempre.
Le rocé la cara con la mano. Cerró los ojos. Mi voz se convirtió en un susurro.
_Me rindo.






No puedo estar aquí toda la vida.


domingo, 13 de diciembre de 2009

In your eyes.




No quiero a alguien que me mienta por las mañanas diciéndome lo guapa que estoy recién levantada, no quiero que alguien perfecto me susurre cosas bonitas todos los días, no quiero que me digan la buena pareja que hago con ese alguien. No quiero una vida perfecta con alguien que no seas tú.
Pero yo también me canso ¿sabes? Me canso de pedirte que juguemos a gritarnos sólo para poder reconciliarnos después. Me agota pedirte que me destroces los nervios con tus tonterías y que me dejes portarme bien contigo.







Ni idea tienes.
La pequeña sería capaz de dar su vida por ti.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Aunque no valga la pena.




Yo no me canso de mentirte. Tú no te cansas de creerte mis mentiras. Quizás las tiritas sí cubran heridas de bala.




(...)
Cuando se lo preguntó no quiso responder. Él le devolvió la pregunta, envuelta en dudas e incoherencias. A ella le tembló la paciencia. Se desmoronaron sus defensas.
_No._contestó.
Le mintió con voz firme y creíble.
Se mintió por enésima vez. ¿Qué más da una vez más? Es más fácil así.












Me da miedo saber que las tiritas no duran para siempre.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

I don't want to hear that sound.


Sólo él lo consiguió.
Sólo él me robaba besos aún sabiendo que yo me moría por dárselos.
Sólo él me negó todo lo que yo le había entregado sin más.
Sólo él se ha propuesto que le arranque de mí sin anestesia ,y si él me lo pide así, a gritos y en silencio, no cabe duda de que lo haré. Aunque me cueste el alma y más.








_Avísame cuando pase.
_¿Perdona?
_Necesito que me avises cuando lo hagas.
Resopló impaciente.
_Hazme el favor de hablar claro ¿quieres? ¿Cuando haga el qué?
Miré al suelo con el corazón latiendo inquieto, como si quisiera latir junto al suyo.
_Cuando me reemplaces por otra._susurré.
Me miró con una mueca irónica dibujada en la cara.
_¿Para qué quieres que te avise? A mí no me gustaría saberlo.
Sentí una punzada en el estómago. Quise devolverle el golpe.
_A ti no te gustaría saberlo porque tu ego no lo podría soportar. Sería demasiado.
Acerté de pleno. Justo en el blanco. Su mirada se volvió tan fría que me asusté. Cuando habló, pude comprobar que su voz era hielo.
_No me has contestado._
Cogí aire. No quería contestar y sin embargo la respuesta me ardía en la garganta.
_Necesito saberlo... para poder convencerme de que no soy la única que se ha enamorado de ti como una imbécil.












Tan lejos y tan reciente.
Sigo muriéndome, pero tranquilo,
cada vez queda menos.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Over the rainbow.



Dicen que debemos evitar los errores. Pero...¿qué pasa si hoy no me apetece? Quizás tenga que abrirme la cabeza contra la pared para aprender que no debo intentar atravesarla.










Era de noche y llovía tanto que apenas podían verse el uno al otro. Tanto, tanto que jugaban a imaginarse entre las gotas.
_No sé como me has convencido para hacer esto. Sigo sin entenderlo. Mañana podríamos estar muriéndonos de una pulmonía ¿sabes?
Ella se rió a carcajadas y le abrazó.
_¡Atrévete a decirme que no es bonito! ¡Mira cómo llueve!
Julie dejó que el pelo mojado se le pegase a la cara mientras giraba sobre sí misma con los brazos extendidos. Él no pudo evitar mirarla. Nunca podía evitarlo. Se acercó a ella y le cogió las manos con suavidad. Julie lo miró curiosa.
_Siempre me sorprendes.
El rostro de ella entristeció por un momento.
_¿Y eso es malo?
_Es lo que hace que te quiera tanto. Con pulmonía o sin ella.










Dicen que después de la tormenta viene la calma. No puedo evitar creer que tal vez sea cierto.


jueves, 3 de diciembre de 2009

Shut up me.


A veces, sólo a veces, necesitamos abandonarnos entre unas sábanas desconocidas. Unas sábanas que nos den el calor que se nos escapa día a día.









_Me iré tan pronto como acabe de recoger mis cosas.
Aparté la mirada de él, fijándola en la ventana. Llovía.
_Esto es lo que querías ¿no?_me retó mirándome_que desapareciese.
Mi corazón empezó a latir fuerte, demasiado fuerte. Me apoyé en el marco de la puerta, intentando controlarme. Inspiré hondo y estallé.
_No.
_¿Qué has dicho?
Me acerqué a él y me detuve a un palmo de su cara.
_¿Sabes lo que quiero? Quiero que me cierres la boca con un beso cada vez que diga estupideces así. Quiero que me violes por las esquinas. Quiero que...
Tiró todo lo que tenía en las manos y me besó con fuerza.












Tengo una noche de caza pendiente.
Let's go.