miércoles, 27 de julio de 2011

Nothing compares.

Y le das vueltas. Todo el día. Le tienes durante todo el día encajado entre tus pensamientos. Aparece en cuanto abres los ojos y te abandona en cuanto consigues cerrarlos. ¿Pero sabes qué? Que no puede abandonarte porque ni siquiera está contigo. Lo único que conservas de él es el recuerdo de sus labios deslizándose por tu piel y una sonrisa que compartes con sólo él sabe cuantas. Y no sabes lo que duele más. Si la indiferencia que siente por ti, o la absoluta y efímera devoción que parece sentir por dormitorios que no huelen a ti. Si las lágrimas que se te atragantan por orgullo o la necesidad de sentirle cerca, tan cerca como pudiste haber estado de él.



_Tienes que entender que te mintió. Por una razón o por otra. Pero lo hizo.
La realidad que había estado evitando me estalló en la cara. Sin anestesia. Una herida certera, limpia, sin desgarrones.



El dolor de quien se sabe perdedor.

lunes, 25 de julio de 2011

In you.

Se desnudó ante mí con sus palabras. Me arropó con cada latido y cada jadeo. Cosió y entretejió las finas telarañas que cubrieron todos y cada uno de mis inviernos. Fue capaz de escalar el abismo de entre mis piernas y se atrevió a colonizar mis lunares. Hizo lo que nunca nadie había hecho.



_Hay cosas que nunca te dije.
Le observé con curiosidad, casi con indiferencia.
_¿Ah, sí?
_Sí.
_¿Cosas como qué?
_Que te quise mucho. Mucho más de lo que me gustaba admitir.
Me congelaron sus palabras. Todas y cada una de ellas.



No sales de aquí.

martes, 12 de julio de 2011

Earth.

Sus ojos son destrozo. Son canela y desesperación. Son un reflejo de los míos. Son todo lo que necesito al despertar.


_¿Huirías conmigo?_me preguntó con un susurro.
_Sólo si me prometes que nadie nos encontrará nunca.
Me abrazó. Fuerte. Me dijo tanto, tanto, sin hablar, que no pude evitar echarme a temblar.





No cualquiera.