domingo, 25 de diciembre de 2011

For a while.

¿Cómo? ¿Cómo vas a sentir algo que no sea él? ¿Cómo vas a despertarte cada mañana, sabiendo que sus días ya no te pertenecen? ¿Cómo vas a sobrevivir? ¿Cómo?.




_No tengo palabras. Para ti, no tengo palabras.
_¿Por qué?
_¿Por qué?_repetí_Porque todo lo que podría decir de ti, nunca sería suficiente.
_Dime lo malo.
Le miré. La rabia me envenenó.
_No.
_Dime lo bueno.
Me miró. Sentí que me estallaba el corazón. Nunca sería suficiente.




Por favor. Por mí.

viernes, 2 de diciembre de 2011

I beg.

Cuando le conocí supe enseguida que sería él. Lo supe en el acto. Que él sería mi luz y mi desesperanza. Mi guerra y mi paz. En el mismo momento en que su sonrisa acarició mi mirada por primera vez. Cuando se clavó en mí; tan dentro... tanto... que aún hoy es parte de mí. Le llevo conmigo a dondequiera que vaya. Y así será hasta que decida volver a buscarme. Hasta que decida encontrarme.




_Hay otra persona.
Sentí que la tierra cedía bajo mis pies. Casi lo deseé.
_Lo siento._susurró.
Me hundí.




Not our time.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Fire. Chaos.

Imagina una explosión. El segundo en que se desprende toda esa energía concentrada. La intensidad, lo breve, lo destructivo. Imagina también lo que sucede después. El caos, el desastre, la devastación total y absoluta. Eso somos él y yo.





_¿Sabes esa sensación que tienes cuando eres perfectamente consciente de que te fallará?
_Te lo dije. Te lo advertí hace semanas.
_No quería creer que había vuelto para destrozarme. Nunca me prometió nada. No es su culpa.
No, claro que no era su culpa. Era mía. Por bajar la guardia en ese segundo. Por imaginar que todo lo que me decía era real. Que él y yo éramos reales.






Ruinas.

viernes, 11 de noviembre de 2011

My kid.

Sobrevivir por si decides llamar a mi puerta. Sobrevivir porque sólo puedo vivir contigo. Con los dientes y el alma puesta en tu regazo. Y reconoces que sabe a traición. Que sabe a culpa y a necesidad. Que calma tus latidos con su corazón, con sus abrazos.
Sabes que te prometiste que nunca volverías a sentirte así en otros brazos. Y llega él. Con el mundo en su sonrisa. Y rompe la promesa. Vuelves a sentir lo mismo que has sentido antes. Pero ¿sabes qué?. No es lo mismo. Es mejor. Muchísimo mejor.




_No puedes llegar a imaginar el miedo que tengo.
Me miró. Como él sabe. Haciéndome temblar. Me abrazó.
_No voy a irme. No quiero irme. _susurró.
Fue más que suficiente.





Destino.

domingo, 30 de octubre de 2011

Taste.

Fue un segundo. Quizás dos. Su piel volvió a rozar la mía. Sin más. Un contacto efímero, simple, casi irrisorio. Había pasado tanto, tanto tiempo. Tantos nombres nuevos. Tantas caricias desconocidas. Un escalofrío me recorrió el cuerpo. Ninguna. Absolutamente ninguna como su piel. Nadie. Absolutamente nadie.



_Después de tanto tiempo..._tenía mi cara entre sus manos. Me miró. Me sonrió. Me fallaron las piernas_Nunca creí que llegaría a pasar.
_Gracias._susurré.
Me apretó contra su cuerpo.
_¿Gracias por qué?
_Por volver.



¿Destino?


domingo, 16 de octubre de 2011

Clock.

Me estoy contradiciendo a cada paso y le estoy poniendo punto y aparte al orgullo. Estoy haciendo todo lo que dije que nunca haría. Me estoy arrastrando ante ti. Me estoy arrastrando por y para ti.




_¿Sabes que volverá no?
Se me aceleró un poco el corazón. Asentí.
_Volverá cuando él quiera. No cuando tú le necesites.







No sabes qué duele más.

domingo, 2 de octubre de 2011

Be mine.

_Ella era un chica de costumbres ¿sabes?. Tenía tantas que a duras penas puedo recordarlas todas. Sin embargo, hay una que destaca por encima de todas las demás. Una que se grabó a fuego en mi memoria y que, me temo _me miró a los ojos_ nunca podré olvidar. Esa costumbre era increíble. Fantástica. La más maravillosa de todas. Y yo...yo no supe verlo.
Pude ver en su rostro el rastro de la tortura que aún hoy le suponía recordar aquello. Siguió hablándome.
_Cada mañana, cuando a penas era consciente de que mis pupilas le daban los buenos días a la mañana, ella se aferraba a mí y me susurraba que me necesitaba.
Su voz se quebró. Necesitó unos segundos para recomponerse.
_A pesar de que era una chica de costumbres, un día dejó de hacerlo. Esa costumbre se marchitó. Simplemente dejó de existir. Y aunque seguimos muchos años más, nunca pude dejar de pensar que ella no quiso necesitarme más.




Uno no puede huir de sus propios fantasmas.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Shame.

Muy de mañana te late desesperado el corazón. Puedes sentir cómo te susurra que le has decepcionado. Te susurra que esperaba mucho más de ti.
Y tú encoges con cada palabra. Pidiéndole perdón por cada beso que has dado. Por cada beso que no le has dado a él.



_A veces te miro. _dije.
_¿Y qué ves?_murmuró.
_Nada. _contesté.
No quise decirle que le veía a él. Y que eso, para mí, era mucho más que suficiente.



Dime que es mentira todo.

martes, 30 de agosto de 2011

Your sin.

En solo un segundo todo tu mundo vuelve a girar sobre su eje. De repente todo encaja; un día cualquiera (un lunes, o quizás un viernes), sin previo aviso, te das cuenta de que es él.
Él es tu escondite secreto, donde te ocultas del mundo, donde todo es tan fácil como tú quieres que sea. Él es lo que permanece siempre. Es tu coartada. Él es quien sopla cuando el aire empieza (simplemente empieza) a ser escaso. También es a quien recurres cuando todo está mal o cuando sientes que la cabeza te va a estallar. En un suspiro te das cuenta de que él es tu chaleco salvavidas.





_Empiezo a ahogarme. _susurró.
_Hace mucho tiempo me ofrecí a respirar por ti._ dije con un hilo de voz.
Me sonrió y se acercó a mi. Me sujetó por la cintura. Me desasí de él en ese mismo instante.
_He dicho "hace mucho tiempo". Creí que iba a ser capaz de ponerte el mundo a tus pies toda la vida. Es obvio que me equivoqué.
Le dejé allí con el corazón roto. No me dolió. Él mío todavía sangraba rabia.




Todo por no ahogarte.


martes, 23 de agosto de 2011

No one cares.

Un gran amigo me dijo una vez, que sólo hay dos cosas importantes en la vida. Una es ser feliz. La otra es ser capaz de dormir tranquilo. Hoy he llegado a una conclusión. Puedo contar con los dedos de una mano las veces que he sentido algo parecido a una felicidad completa, pura y perfecta. Una felicidad que sólo decidía asomarse a mis mañanas cuando tu aliento rozaba mi cuello. Una felicidad que te necesita desesperadamente para salir de su escondite. También son escasas las ocasiones en las que puedo conciliar el sueño y ésas son las que he podido compartir contigo. Hoy he llegado a una conclusión. Una conclusión tan evidente como dolorosa. Tan simple como imposible. Que lo más importante de mi vida, eres tú.


_Piensas en mí.
En su cara se dibujó una mueca de suficiencia total y absoluta.
_¿Qué has dicho?_mi voz sonó fría. Congelada.
_Cuando estás con él. Sé que piensas en mí. Cuando te acaricia, cuando te coge de la mano...
_Cállate. _espeté. No podía creer que estuviera diciendo aquello. Sentí que me llenaba de ira a la vez que me flaqueaban las fuerzas.
_Dime que no es cierto. Dime que no piensas en mí cuando te revuelcas con él. ¡Vamos!
Cuando le miré, pude verle respirar de forma irregular, casi violentamente.
No quise mentir. Tampoco decir la verdad. Opté por el silencio. El mismo silencio que me ahogaba cada mañana al despertarme y no escuchar a su corazón latir en mi colchón.



Esperar lo imposible.

jueves, 18 de agosto de 2011

Air.

Le siento aquí conmigo. Tan cerca como le sentí la última vez. Respirando sobre mis pómulos y sonriéndome escondido detrás de un beso que se me antojó perfecto. Ahora le espero ¿sabes?. No puedo evitar quedarme sentada, contando cada latido que queda para que sus ojos dibujen mi silueta una y otra vez.



_No quiero hacerte daño._murmuró.
Le acaricié la cara con dulzura.
_No lo hagas._ durante un segundo me quedé sin aliento, enseguida corregí_ No lo harás.
Apartó mi mano de su rostro y me quedé muy quieta frente a él.



Lo bonito de tu calor contra mi helada.

sábado, 6 de agosto de 2011

To the sea.

Volvió. No para quedarse. No para susurrarme que solo me necesita a mí o para prometerme que nos queda una eternidad juntos. No. No es su estilo. Nunca lo ha sido. Volvió para recordarte lo infinitamente bien que encajan sus labios con los tuyos. Volvió para demostrarte que es capaz de hundir tus defensas. Volvió porque quiso. No porque te quiera.



_¿Cómo quieres que te crea?_susurré.
_No te estoy mintiendo. Eso debería ser más que suficiente.
Sujetó mi mano y luego mi rostro. Su mirada se cruzó con la mía y un escalofrío me recorrió el cuerpo. Demasiado tarde.
_¿Sabes? Ese es el problema. Que no lo es.
Huí.






No me hace(s) bien.

martes, 2 de agosto de 2011

Lasts in love.

Tienes claro qué harás cuando le veas. Le dejarás claro quien es él y quien eres tú. Que no le necesitas. Que no le echas de menos cada vez que respiras y que tu cama no extraña su piel. Pero entonces aparece, sonríe y tu mundo se desploma a sus pies.



_Espera.
Su boca se detuvo a escasos centímetros de la mía, donde había descansado un segundo antes. Me alarmé. Un miedo atroz me recorrió todo el cuerpo.
_¿Qué ocurre?_pregunté con un hilo de voz.
No me contestó. Se limitó a recorrer con su nariz y sus labios cada rincón de mi cuello. Devorándome sin prisas. Estudió cada poro de mi piel durante una eternidad. Yo cerré los ojos y le dejé hacer. Su boca dibujó con delicadeza mis pómulos. De repente, se detuvo otra vez, con sus labios a menos de un "te quiero" de los míos. Abrí los ojos.
_¿Qué ocurre?_repetí.
Me miró a los ojos. Dulce, atravesándome muy dentro. Cuando habló lo hizo con una tristeza repentina dibujada en el rostro.
_Intento clavarte en mí. Intento poder recordarte si mañana no...
Le abracé.
_Siempre estaré aquí. Siempre. No quiero que lo dudes _murmuré.
Su mirada se transformó. Lo que dijo me congeló. Mis miedos se materializaron delante de mí. Tan reales como nunca antes.
_No dudo de ti. Dudo de mí. De que mañana sea capaz de estar aquí, contigo.
Me hizo trizas.




¿Qué hago?

miércoles, 27 de julio de 2011

Nothing compares.

Y le das vueltas. Todo el día. Le tienes durante todo el día encajado entre tus pensamientos. Aparece en cuanto abres los ojos y te abandona en cuanto consigues cerrarlos. ¿Pero sabes qué? Que no puede abandonarte porque ni siquiera está contigo. Lo único que conservas de él es el recuerdo de sus labios deslizándose por tu piel y una sonrisa que compartes con sólo él sabe cuantas. Y no sabes lo que duele más. Si la indiferencia que siente por ti, o la absoluta y efímera devoción que parece sentir por dormitorios que no huelen a ti. Si las lágrimas que se te atragantan por orgullo o la necesidad de sentirle cerca, tan cerca como pudiste haber estado de él.



_Tienes que entender que te mintió. Por una razón o por otra. Pero lo hizo.
La realidad que había estado evitando me estalló en la cara. Sin anestesia. Una herida certera, limpia, sin desgarrones.



El dolor de quien se sabe perdedor.

lunes, 25 de julio de 2011

In you.

Se desnudó ante mí con sus palabras. Me arropó con cada latido y cada jadeo. Cosió y entretejió las finas telarañas que cubrieron todos y cada uno de mis inviernos. Fue capaz de escalar el abismo de entre mis piernas y se atrevió a colonizar mis lunares. Hizo lo que nunca nadie había hecho.



_Hay cosas que nunca te dije.
Le observé con curiosidad, casi con indiferencia.
_¿Ah, sí?
_Sí.
_¿Cosas como qué?
_Que te quise mucho. Mucho más de lo que me gustaba admitir.
Me congelaron sus palabras. Todas y cada una de ellas.



No sales de aquí.

martes, 12 de julio de 2011

Earth.

Sus ojos son destrozo. Son canela y desesperación. Son un reflejo de los míos. Son todo lo que necesito al despertar.


_¿Huirías conmigo?_me preguntó con un susurro.
_Sólo si me prometes que nadie nos encontrará nunca.
Me abrazó. Fuerte. Me dijo tanto, tanto, sin hablar, que no pude evitar echarme a temblar.





No cualquiera.

lunes, 27 de junio de 2011

Oh children.

Sabe cómo corromperte. A ti, a tus mañanas de domingo y a vuestras caricias de mediodía. Es el único que sabe por qué te gusta cuando llueve muy fuerte o por qué te dan miedo las despedidas. Es el que escucha tus latidos aunque esté en la otra punta del mundo. El que reconoce tus suspiros por que los ha llevado anclados en su espalda durante meses.



_Dime que quieres estar sin mí y me iré. Sin más.
Sus dedos jugaban con mi pelo. Quería gritarle que se fuera de allí. Que sin él sería todo mucho más fácil. Que no le necesitaba. Y sin embargo solo pude susurrar dos palabras.
_No puedo.
Me sonrió. No fue una sonrisa tímida, ni tierna. Tampoco fue cálida. Era satisfacción lo que se dibujaba en ella. No quería estar conmigo pero tampoco iba a perderme. Me odié.



Nuevos horizontes.

viernes, 10 de junio de 2011

When it's enough.

Días en los que quieres congelarte en tu cama y que el mundo se calle para que puedas pasar sola el duelo que te corroe por dentro.
Días en los que nada encaja. Ni el sol está en su sitio, ni el aire, ni su piel. Hibernarías con gusto si tu conciencia te dejase, pero no lo hace. Insiste una y otra vez en que no hiciste lo correcto. Que te rendiste antes de tiempo sin presentar batalla. Y a ti eso te destruye por dentro. Por que si dejaste de luchar no fue precisamente porque te dio la gana. Dejaste de luchar porque perdiste todas las razones que tenías para hacerlo y creíste que el dolor del pecho se apagaría con una estación o dos.
Hoy el dolor es más intenso que nunca y se niega a abandonarte. Se niega a dejar que olvides cada herida como si las cicatrices no fueran suficiente.



Él la miró con dulzura. Tanta que a ella se le incrustó en el alma y ya nunca más pudo sacarla de allí.




Hoy es así.

jueves, 2 de junio de 2011

Learn.

Morderle el culo a tus malos días y burlarnos juntos de los míos. Agarrarme fuerte a tu forma de ver la vida, a tu capacidad de dejarme el corazón en vilo cada vez que te vas. Romper mis dudas con tus brazos. Olvidarme de que nunca podré hacer todo lo que pueda para que te levantes cada mañana con una sonrisa. A mi lado.


_Pareces feliz con él.
Me sonrió. No fui capaz de verle venir. Me puse a la defensiva.
_Lo soy.
Sonrió aún más.
_He dicho que lo pareces, no que lo seas.
_No me importa lo que pienses.
_Has aprendido a mentir.
Empezaron a aparecer las primeras fisuras en mi coraza. Me supliqué a mi misma que me mantuviera firme. Se acercó a mi. Me di la vuelta, no soportaba verle tan cerca. Me abrazó y me temblaron las piernas. Susurró en mi oído.
_Puedes intentarlo cuanto quieras. Él siempre me dirá la verdad.
Allí, debajo de su mano y dentro de mí, mi corazón latía frenético. Gritándole que siempre será él.





Infinito.

jueves, 14 de abril de 2011

Don't make a sound.

Suenan dos acordes de esa canción y vuelves a mí. Una y otra vez. Sin poder evitarlo. Sin querer evitarlo.



_Dime qué es lo bonito de todo esto. Por favor. Dime que aún queda algo bonito por lo que seguir adelante. Algo por lo que respirar. Una razón. Sólo una.
Él me miró. Por un segundo temí que no encontrase respuesta. Temí no ser la única que no sabía por dónde seguir. Me aterrorizó que a él no le quedasen razones.
_Por favor..._ susurré.
Me abrazó. Me estrechó contra él y pese a todo me sentí segura. Segura como antes. Como cuando sus brazos eran mi dique, mi salvavidas.
Deshizo el abrazo pero me mantuvo a centímetros de él. No pude pedir más que verme reflejada en sus ojos para siempre. Él habló en un susurro, acercándose a mi oreja.
_Mi razón eres tú.






Siempre tú.

viernes, 1 de abril de 2011

Hurting me.

Le dije que no volvería a pasar. Le conté que otro me hacía sentir otra vez. Le susurré que me olvidase, que yo ya lo había hecho. Que intentase ser feliz, que yo lo estaba consiguiendo.
Le mentí.






_¿No eras tú la que presumía de orgullo y principios?
Encajé el golpe como pude, sorteando el puñal que había decidido enviarme. Aparté la vista de sus ojos e intenté tranquilizarme. No abrí la boca. No supe qué decir. Continuó hablando.
_Mírate ahora...Das pena. Mendigando mi atención. Encontrándole doble sentido a todo aquello que no lo tiene.
Estallé.
_Cállate.
_¿Cómo dices?_controló bien la sorpresa que le dibujó en la cara. Pronto dejó paso a una sonrisa irónica.
_Cállate_repetí. Despacio, sin alterarme.
_Duele escuchar las verdades ¿no?
Fue más de lo que pude soportar.
_Dice mucho de ti que las primeras verdades que me has dicho en tu vida las hayas dicho para herirme.

Bum.

viernes, 11 de marzo de 2011

Make you notice.

Siempre fue nuestro mes. Con los días contados, como en una cuenta atrás. Sin saber que existía una cuenta atrás.




_No entiendo cómo lo has hecho. ¿Cómo has podido arrancarme de ti?
Noté como el familiar nudo de mi garganta se apretaba aún más, dejándome casi sin aire. Me mantuve en silencio. No quise dejar de escucharle.
_Sin anestesia. Sin una cicatriz que demuestre que existí para ti. Nada.
Se calló. Supuse que para escuchar una respuesta, una explicación por mi parte. El corazón me latía con fuerza, decidiendo coser su nombre en cada latido. Como siempre. Como nunca antes.
_Una herida debe cerrarse para poder cicatrizar.
Sentí que las lágrimas se me escapaban sin mi permiso. Me cogió de la mano y mi piel se erizó ante él. Decidí mirarle a los ojos.
_¿Entonces...?_susurró acercándose a mí.
_Aún me desangro sin ti.







Como tú.

viernes, 18 de febrero de 2011

Enough.

Y cada roce de tu lengua con sus labios sabe a despedida. Y cada vez que vuestras manos se buscan sólo para encontrarse un segundo después, puedes sentir cómo el corazón cose a tu piel todos y cada uno de los recuerdos que os unen. Intentando demostraros que aún puede ser. Que os habéis querido demasiado intenso, demasiado bonito como para dejarlo escapar.





_¿Y qué pasa si no puedo más?
_Que te sonreirá como él sabe y creerás que todo está bien...Aunque no sea así.




El día que no pueda más.

viernes, 4 de febrero de 2011

Make me wanna die.

A veces no puedo evitar imaginarme cómo sería el dibujo que dejarían mis uñas en su espalda.




_¿Qué salió mal?_le miré derrotada_ Dime en qué fallamos. ¿Qué demonios decidimos hacer mal?
Me observó con ternura, como sosteniéndome con su forma de ver la realidad. Me abrazó, y mientras yo rezaba para que nos fundiéramos el uno con el otro por última vez, él me susurró al oído.
_Tu y yo éramos invencibles juntos. Quizás el mundo no esté preparado para eso. Aún no.



Empieza a preocuparme.

viernes, 21 de enero de 2011

Wondering why.

Algo así como que los días parecen menos grises si él los colorea con sus palabras. Como si el corazón quisiera escribir el prólogo de una historia que ya tiene sentenciado su epílogo. Y callas, y te mantienes expectante. A la espera de que él decida compartir un microsegundo de su tiempo con tus ojos. Un microsegundo en el que serías perfectamente capaz de dibujar despertares, cenas inesperadas, gemidos e incluso batallas que no te importaría perder.




_No lloro por tí_ escupí, las palabras como si fueran veneno. Aunque supe desde el primer instante que más que a veneno sabían a excusa.
Inhaló aire, como cogiendo fuerzas de cada molécula de oxígeno que respiraba.
_Eso ya lo sé, pero no me importa..._su voz se volvió un susurro.
_Si no te importa ¿qué haces aquí?_ le interrumpí_ Si no te importa lo más mínimo nada que tenga que ver conmigo, deberías irte. Ni siquiera sé por qué has venido.
Me miró a los ojos, atravesándome.
_...no me importa por qué llores. ¿Es que no lo entiendes? Lo único que quiero es que no lo hagas. No quiero que llores ni por ti, ni por mí, ni por nada en este mundo. No quiero. No puedo soportarlo.
Me secó las lágrimas con la manga del jersey. No quise pensar más.




vacía.

domingo, 2 de enero de 2011

Black rainbow.

Masticas cada segundo como si por ello fueras a digerirlos mejor. Y te das cuenta de que no. Que no eres capaz de salir a la calle sin que te queme el recuerdo de su mano jugando con la tuya.Que el simple hecho de despertar cada mañana se hace insoportable sin tus latidos en el colchón.

¿Sabes qué es lo peor? Que aunque haya decenas de sonrisas o besos apasionados cada noche, detrás de ellos,siempre, siempre, siempre, apareces tú.



_No quiero jugar más.
_¿Jugar? ¿A qué? ¿Quién está jugando?
_Tú. Yo. Nosotros. No quiero jugar a querernos en los portales. Ni quiero jugar a olvidarte cada lunes. No me gusta tener que jugar a fingir que no me importa lo que sientas. Me he cansado.
_¿Entonces a qué quieres jugar ahora?
Me desarmó.




Lo más bonito.