miércoles, 30 de diciembre de 2009

Someone like you.

Como no puedo echarte de menos simplemente no lo hago. Escribo. Nos escribo.





_En días como hoy te echo de menos en mi cama ¿sabes? Echo de menos la forma tan increíble que tenías de revolver las sábanas y la extraña habilidad que tenías para hacer que tu olor se quedase en mi almohada durante días.
Me cogió las manos antes de que pudiera hacer nada para impedirlo. El contacto con su piel me hizo cerrar los ojos. Cuando volví a abrirlos pude verle observándome.
_No me hagas caso, ya sabes que la lluvia me pone tonta._ dije soltando mis manos de entre las suyas. Sonrió levemente, con timidez. Me rozó la cara con la mano.
_Me encanta que llueva, que te pongas tonta y sobre todo, que me eches de menos._ aparté la cara y él se acercó más a mí._ ¿Y sabes por qué?_ negué con la cabeza. _ Por que me pueden las ganas de despertarme contigo una vez más. Me pueden las ganas de quererte más que nadie.
Dejé de pensar y me limité a sentir.







Sólo le pido una cosa al año que entra.
Sólo una.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Love is a gun, separating me from you.

Es como cuando pones una sonrisa neutral y por dentro lloras tanto que es posible que llegues a ahogarte. Y sin embargo, lo que más temes no es ahogarte si no que él no llegue a tiempo para salvarte.




_Sabes que si pudiera haría que la luna fuese nuestro rincón.
_No quiero la luna. No quiero condicionales. No quiero que me prometas cosas que no cumplirás ni quiero que me mires con lástima.
Me miró extrañado. Parecía molesto.
_No te miro con lástima.
_Si lo haces. Es tu expresión de "siento lo que pudo haber sido y no fue". No quiero que sientas nada. No quiero que me digas cosas bonitas que hagan que mi corazón lata rápido. No quiero que aparezcas de la nada y sobre todo no quiero recibirte con una sonrisa cuando lo hagas.
_¿Y entre tantas cosas que no quieres, hay algo que quieras?
"No lo digas, no lo digas, no lo digas, no lo digas". Tarde.
_A ti.




Lo de siempre ¿sabes?

lunes, 21 de diciembre de 2009

Oh, it's what you do to me.

Un tira y afloja que empieza a aburrir. Sobre todo cuando se da cuenta de que es ella la única que tira y de que si sigue así, terminará por romperse. En el fondo le da igual. Está acostumbrada a reconstruirse cada vez que se pone el sol.



_Tengo mil razones para odiarte con todo el alma.
_Lo sé...pero no lo haces.
_No.
_¿Por qué?
Nos miramos a los ojos. Me abrasó su curiosidad y yo incendié sus dudas.
_Por la misma razón por la que tu has vuelto después de tanto tiempo.
Él apartó la mirada incómodo.
_Aún no sé porqué he vuelto.
Sonreí con amargura, sintiendo lástima por él.
_Claro que lo sabes, pero eres demasiado orgulloso como para admitirlo.
Su mirada se volvió más intensa.
_¿Y qué se supone que no quiero admitir?_me retó
A pesar de que mi instinto me pedía a gritos que echara a correr, que me alejase de lo que me había herido tanto, no pude evitar seguir allí de pie, frente a él.
_Que aún me quieres.
Su expresión apenas cambió, quizás un leve rastro de dolor. Me devolvió el golpe.
_¿Y tú?¿Aún me quieres?
Me reí y él me miró sorprendido.
_Te marchas con ella y desapareces casi por completo de mi vida durante algunos meses, destrozándome. Cuando decides volver me llamas y aquí estoy, como si no hubiera pasado el tiempo. ¿Eso no te dice nada?
Se acercó un poco más a mí.
_Quizás todavía me quieras un poquito.
Le sentí más cerca que nunca, arrancando vendas de heridas aún no cicatrizadas. Unas heridas de las que no emanaba sangre sino veneno. Me aparté.
_No lo suficiente.











¿Te has cansado?
Si la respuesta es la que yo creo prefiero no saberlo.
No podría soportarlo.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Slow.




_He decidido una cosa ¿sabes?
_Sorpréndeme. _ironizó mientras encendía un cigarro y se sentaba en un escalón. Dio una calada, la miró y una nube humo le envolvió. Había olvidado el efecto que le provocaba. Las ganas de que la comiese pudieron con ella y tuvo que fijar la mirada en algo que no fuera él. Se revolvió incómoda.
_¿Y bien?_su voz resonó en la oscuridad. Grave, pausada. Las ganas crecían por momentos pero pudo la rabia.
_He decidido que el día que me digas que me quieres será demasiado tarde.
Pude ver a su orgullo rebelarse frente a mí.
_Estás demasiado segura de que te quiero.
Hice un esfuerzo por sonreír.
_Tan segura como tú me dejas estarlo.
Hubo un segundo de silencio lleno de oxígeno contaminado por las dudas.







Y que si me duele algo dentro, no significa que quiero que tú lo cures.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Me rindo.


Ante lo que pudo ser y no fue.
Ante tus ganas y mi debilidad.
Ante ti.



_Hubiera conseguido hacerte feliz. Créeme que lo hubiera conseguido... con detalles de esos que te dejaban sin aire y te hacían sonreír. Pero no me has dejado intentarlo. Y yo ya no puedo hacer nada más. Me rindo.
Me miró. Tal y como lo hacía siempre. Comiéndome con los ojos y pidiéndome perdón por no poder hacerlo.
_No puedes rendirte.
Dejé de necesitar el aire.
_¿Por qué?_pregunté.
Se calló. Parecía estar buscando las palabras que necesitaba decir. Esperé por una respuesta que tal vez nunca llegaría, una vez más. Para mi sorpresa, esta vez sí llegó.
_Por que casi lo habías conseguido.
Pude escuchar cómo se rompía dentro de mí. Ruinas.
_Casi lo había conseguido_repetí_como siempre.
Le rocé la cara con la mano. Cerró los ojos. Mi voz se convirtió en un susurro.
_Me rindo.






No puedo estar aquí toda la vida.


domingo, 13 de diciembre de 2009

In your eyes.




No quiero a alguien que me mienta por las mañanas diciéndome lo guapa que estoy recién levantada, no quiero que alguien perfecto me susurre cosas bonitas todos los días, no quiero que me digan la buena pareja que hago con ese alguien. No quiero una vida perfecta con alguien que no seas tú.
Pero yo también me canso ¿sabes? Me canso de pedirte que juguemos a gritarnos sólo para poder reconciliarnos después. Me agota pedirte que me destroces los nervios con tus tonterías y que me dejes portarme bien contigo.







Ni idea tienes.
La pequeña sería capaz de dar su vida por ti.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Aunque no valga la pena.




Yo no me canso de mentirte. Tú no te cansas de creerte mis mentiras. Quizás las tiritas sí cubran heridas de bala.




(...)
Cuando se lo preguntó no quiso responder. Él le devolvió la pregunta, envuelta en dudas e incoherencias. A ella le tembló la paciencia. Se desmoronaron sus defensas.
_No._contestó.
Le mintió con voz firme y creíble.
Se mintió por enésima vez. ¿Qué más da una vez más? Es más fácil así.












Me da miedo saber que las tiritas no duran para siempre.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

I don't want to hear that sound.


Sólo él lo consiguió.
Sólo él me robaba besos aún sabiendo que yo me moría por dárselos.
Sólo él me negó todo lo que yo le había entregado sin más.
Sólo él se ha propuesto que le arranque de mí sin anestesia ,y si él me lo pide así, a gritos y en silencio, no cabe duda de que lo haré. Aunque me cueste el alma y más.








_Avísame cuando pase.
_¿Perdona?
_Necesito que me avises cuando lo hagas.
Resopló impaciente.
_Hazme el favor de hablar claro ¿quieres? ¿Cuando haga el qué?
Miré al suelo con el corazón latiendo inquieto, como si quisiera latir junto al suyo.
_Cuando me reemplaces por otra._susurré.
Me miró con una mueca irónica dibujada en la cara.
_¿Para qué quieres que te avise? A mí no me gustaría saberlo.
Sentí una punzada en el estómago. Quise devolverle el golpe.
_A ti no te gustaría saberlo porque tu ego no lo podría soportar. Sería demasiado.
Acerté de pleno. Justo en el blanco. Su mirada se volvió tan fría que me asusté. Cuando habló, pude comprobar que su voz era hielo.
_No me has contestado._
Cogí aire. No quería contestar y sin embargo la respuesta me ardía en la garganta.
_Necesito saberlo... para poder convencerme de que no soy la única que se ha enamorado de ti como una imbécil.












Tan lejos y tan reciente.
Sigo muriéndome, pero tranquilo,
cada vez queda menos.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Over the rainbow.



Dicen que debemos evitar los errores. Pero...¿qué pasa si hoy no me apetece? Quizás tenga que abrirme la cabeza contra la pared para aprender que no debo intentar atravesarla.










Era de noche y llovía tanto que apenas podían verse el uno al otro. Tanto, tanto que jugaban a imaginarse entre las gotas.
_No sé como me has convencido para hacer esto. Sigo sin entenderlo. Mañana podríamos estar muriéndonos de una pulmonía ¿sabes?
Ella se rió a carcajadas y le abrazó.
_¡Atrévete a decirme que no es bonito! ¡Mira cómo llueve!
Julie dejó que el pelo mojado se le pegase a la cara mientras giraba sobre sí misma con los brazos extendidos. Él no pudo evitar mirarla. Nunca podía evitarlo. Se acercó a ella y le cogió las manos con suavidad. Julie lo miró curiosa.
_Siempre me sorprendes.
El rostro de ella entristeció por un momento.
_¿Y eso es malo?
_Es lo que hace que te quiera tanto. Con pulmonía o sin ella.










Dicen que después de la tormenta viene la calma. No puedo evitar creer que tal vez sea cierto.


jueves, 3 de diciembre de 2009

Shut up me.


A veces, sólo a veces, necesitamos abandonarnos entre unas sábanas desconocidas. Unas sábanas que nos den el calor que se nos escapa día a día.









_Me iré tan pronto como acabe de recoger mis cosas.
Aparté la mirada de él, fijándola en la ventana. Llovía.
_Esto es lo que querías ¿no?_me retó mirándome_que desapareciese.
Mi corazón empezó a latir fuerte, demasiado fuerte. Me apoyé en el marco de la puerta, intentando controlarme. Inspiré hondo y estallé.
_No.
_¿Qué has dicho?
Me acerqué a él y me detuve a un palmo de su cara.
_¿Sabes lo que quiero? Quiero que me cierres la boca con un beso cada vez que diga estupideces así. Quiero que me violes por las esquinas. Quiero que...
Tiró todo lo que tenía en las manos y me besó con fuerza.












Tengo una noche de caza pendiente.
Let's go.


lunes, 30 de noviembre de 2009

Good dream.


Tal vez sea el temor a romperte otra vez lo que hace que vayas con sumo cuidado, eligiendo cada paso que das, dibujándote con el miedo un futuro que no debería ser ni siquiera boceto.





Sus manos sujetaban mis muslos, acercándome a él con fuerza mientras me dibujaba la clavícula con los labios.
_Esto no está bien..._murmuré.
Me tapó la boca con una mano, deslizando la otra por debajo de mi camiseta. De un impulso me sentó encima de la encimera y no pude evitar rodear su cintura con mis piernas, asfixiando el mínimo espacio que aún quedaba entre los dos. Mordió mi labios y yo arañé su espalda. Podía sentir su aliento entrecortarse en mi cuello. No quería evitar aquello, no era capaz de hacerlo.

Me desperté sobresaltada, empapada en sudor. Alguien a mi lado encendió la lampara de la mesilla de noche. Un rostro muy diferente al del protagonista de mi sueño me observaba preocupado.
_¿Estás bien?_ me preguntó con ternura_ No parabas de dar vueltas en la cama hasta que te has despertado.
Asentí mientras sentía como su mano rozaba mi frente. Temblé.
_¿Seguro que estás bien?
_Si. _contesté mientras me volvía a recostar.
Me sonrió con dulzura, apagó la luz y me envolvió entre sus brazos.Unos brazos que no eran los que yo ansiaba.
Esa noche no pude dormir.











¿Y si te pido que me dibujes con tus dedos?

domingo, 29 de noviembre de 2009

Breathe in and breathe out


Algún día, si se ve con fuerzas te regalará su mundo de tinta y papel. Un mundo en el que seguís siendo dos a pesar de que el tiempo empiece a desgastarlo.








_He escrito sobre todo lo que me ha rozado el corazón. Instantes, miradas que duraron apenas un segundo, un millón de sonrisas, gritos incoherentes y lágrimas de rabia. Cada sentimiento que he sentido tiene su propio rincón de tinta y papel. _ me detuve para coger aire_Hoy, mientras trasteaba entre cientos de folios llenos hasta los bordes, he decidido no escribir nunca más sobre ti.
Poco a poco fue soltando mi mano, que hasta hacía unos segundos había estado aferrada a la suya, en un último intento de sentir su piel abrasando la mía. Su mirada se clavó en mí, secuestrando mi respiración y mis latidos.
_¿Sigues escribiendo sobre mí después de todo lo que pasó?
Bajé la mirada. Asentí.
Me levantó la cara, obligándome a mirarle a los ojos.
_Necesitas pasar página ¿verdad?_ me preguntó con un hilo de voz_ Yo también.









Cierra la puerta y siéntate conmigo.
Voy a contarte un cuento.
Quizás no te guste el final, pero con un poco de suerte encontrarás la moraleja.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Break.Broke.Broken.



"Tú fuiste mi principio. Tú me has matado con tu final."










Me miró demasiado fuerte. Me quiso demasiado intenso. Fue tan repentino, tan imprevisible que tan pronto como vino se esfumó. Me sentía eufórica, tanto que incluso me atreví a hablarle con normalidad. Como si nada hubiera pasado. Como él quería que fuera.
Su mirada se encontró con la mía. Atravesándome. Diciéndome todas las cosas que por un motivo o por otro no se había atrevido a decir aún. Con una mirada me dijo que me quería. Con casi una mirada me demostró que nunca lo hizo.













Es como cuando quieres alcanzar el cielo con los dedos...
que sabes que por mucho que te estires...
nunca conseguirás alcanzarlo y aún así
lo sigues intentando.

jueves, 26 de noviembre de 2009

End.


Abril.

_¿Qué haces?_ me preguntó con aire distraído justo en el momento en el que yo guardaba de golpe el montón de folios en los que había estado escribiendo segundos antes.
_Nada_ respondí lo más inocentemente que pude.
Se acercó mirándome con curiosidad.
_¿Qué escribías?
Sonreí. Su curiosidad fue en aumento.
_Escribía una historia.
_¿Una historia?
Asentí.
_La nuestra._ susurré.
Su mirada se volvió tierna y mientras me rodeaba con sus brazos me preguntó:
_¿Y tiene un final feliz?
La sorpresa invadió mi rostro para dejar paso un segundo después a la confusión .
_¿Un...final?_ murmuré.
Me miró entre extrañado y preocupado.
_Todas las historias tienen un final ¿no?
Algo me dolió a la altura del corazón y tuve un mal presentimiento.
_Tendrás que ponerle tú un final. Yo nunca sería capaz.





Noviembre.

El sonido de un montón de folios cayendo sobre el suelo retumbó en la habitación. Su expresión curiosa e indiferente me llenó aún más de rabia.
_¿Qué es eso?_ me preguntó.
Le miré con todo el odio que fui capaz de reunir. Sabía que en cuanto abriese la boca empezaría a destilar veneno.
_Nuestra historia.
Me miró sorprendido durante un largo minuto que se me antojó eterno y habló:
_¿Y qué se supone que tengo que hacer yo con esto?
La rabia se transformó en dolor.
_Quémalo.
Me di la vuelta y salí de allí justo cuando la primera lágrima empezaba a resbalar por mi mejilla.













Déjame vivir sin hacer que me sienta culpable por respirar.

martes, 24 de noviembre de 2009

Pequeñas tiritas para grandes heridas.

"Déjame reventar el horizonte del porvenir,
dándole al sueño una realidad con las caricias que hice por ti."
Te mentiría. Jere.







_Me duele un poquito el corazón. Creo que es porque te echa de menos.
Entre indiferencia y rencor le contesté.
_¿Ah si? Pues ponle una tirita, a ver si a ti te funciona.
Dio un paso hacia delante y el escaso espacio que había entre los dos se hizo más pequeño. Podía verme reflejada en sus ojos. No me gustó.
_Casi había olvidado lo irónica que puedes llegar a ser.
Me habló cerca. Tan cerca que pude comprobar como mis defensas se resquebrajaban de arriba a abajo. Me di cuenta de que había bajado la guardia. Tonta, tonta, tonta. Meses sin verle, desintoxicándome de todo lo que tenía que ver con él para que en un segundo todo se viniera abajo. Respiré hondo, concentré toda mi rabia en mi mirada y clavé mis ojos en los suyos. Él pudo percibirlo y sin embargo...no se movió.
_¿Qué quieres?¿Por qué has vuelto?
_Por ti.
Mi mundo tembló, una vez más.








Sabes por que se fue...no le preguntes porqué ha vuelto.

lunes, 23 de noviembre de 2009

It sounds so sweet.

_¿Sabes lo que me apetece ahora mismo?
_Me hago una ligera idea.
_No, claro que no.
Él resopló con impaciencia.
_Dime la verdad. Te paga alguien por llevarme la contraria ¿verdad?
Ella se rió mientras componía una mirada inocente. Él la miró.
_¿Me vas a decir lo que te apetece hoy o lo dejamos mejor para el año que viene?
Julie le echó la lengua y se sentó a horcajadas encima de él. Se acercó poco a poco a su oreja, respirando entrecortadamente.
_¿Puedo pedirte un favor?_susurró.
Respiró muy cerca de su cuello, acercando los labios a su piel. John tragó saliva y asintió sin dudar mientras un escalofrío le recorría la espalda. Julie volvió a hablar, despacio, rogando que su deseo se cumpliera.
_Secuéstrame.













¿No te das cuenta de que nunca has sido el centro de un mundo que no fuera el mío?
Y ahora ni siquiera eso.
El tiempo pasa.
Tic, tac.



domingo, 22 de noviembre de 2009

Makes me weak.



Siéntate y sujeta el corazón. Puede que se rompa del disgusto.




_Siéntate. Lo que te voy a decir no te va a gustar.
Su sonrisa se esfumó. No lo quería escuchar.
_Estoy bien de pie.
_Hazme caso. Siéntate.
Ella se apoyó en la pared con gesto indiferente.
_¿Te vale?
Su amiga hizo un mohín.
_Le han visto con otra ¿sabes?
_¿Qué?
_Que le han visto...
_No, te he escuchado la primera vez. Es solo...
_Dime.
Una mirada curiosa se clavó en ella y en su cabeza barajó posibilidades "Que no puedo creerlo." "Que no puede haberme hecho esto a mí." "Que nunca sería capaz" "Que me quiere a mí".
Pudo el orgullo.
_Que no se por qué me cuentas esto. Me da absolutamente igual.
La curiosidad pasó a ser escepticismo. Arqueó una ceja y decidió no preguntar más.
_Me voy que no llego. ¿Estarás bien?
Ella puso su máscara. La de nadiepuedenotarquememueropordentro. La de siempre.
_Claro.
Le dio un beso rápido en la mejilla y vio como se iba con prisas. Cuando escuchó la puerta cerrándose se dejó caer por la pared haciéndose un ovillo en el suelo.
"Nunca te ha querido."


















Un día me prometiste no decirme nunca adiós. Hoy, te suplico que lo hagas.

viernes, 20 de noviembre de 2009

For good.


Cuando esa sonrisa tonta ya no sea tuya.
Cuando ella decida no ir de cabeza contra la pared cada vez que pronuncias su nombre.
Cuando ya no seas tú.
Tiembla.







Fue una mirada, medio segundo. Y la pequeña sintió todo lo que hacía tiempo que no sentía. Lo que hacía tantísimo tiempo que no sentía con él...
_Pequeña...¿a quién miras así?
Una voz la devolvió a la realidad. Su voz.
_¿Qué?Yo..._su voz se quebró_ A nadie.
Él sonrió y la besó en los labios.
_Te quiero pequeña.
La respuesta fue automática, sin atisbo de duda.
_Y yo.
El estómago se le encogió.
¿Cuándo? ¿Cuándo había aprendido a mentir así?








Quizás sea cierto que el tiempo lo cura todo y sin embargo, yo no apostaría por el tiempo.
Nada.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Extrañas situaciones.

(...)

Ansia
de irse dejando atrás
anécdotas, vestidos y caricias,
de llegar,
atravesando todo
lo que en ti cambia,
a lo desnudo y a lo perdurable.

Y mientras siguen
dando vueltas y vueltas, entregándose,
engañándose,
tus rostros, tus caprichos y tus besos,
tus delicias volubles, tus contactos
rápidos con el mundo,
haber llegado yo
al centro puro, inmóvil, de ti misma.
Y verte cómo cambias
-y lo llamas vivir-
en todo, en todo, sí,
menos en mí, donde te sobrevives.


La voz a ti debida. Pedro Salinas.









Cuando quiera darme cuenta, habrá desaparecido.
Al fin.





Hecho autobiográfico.

_¡Chica, chica!
Silencio.
_¿Puedo contarte un secreto?
Al silencio se sumó una mueca de curiosidad.
_Que sepas que me has alegrado el día.
Silencio. La mueca de curiosidad se transformó en desconcierto.
El desconocido sonrió ante mi asombro.
_Chica me voy que tengo prisa. ¡Y gracias!
Y allí me dejó. Con la boca abierta y el corazón un poquito más contento.
Él también me había alegrado el día.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Strong.


Cuando estuvo tan harta de que el mundo la pisotease como le viniese en gana, se armó de valor, cogió aire y le echó la lengua con rabia. Así aprenderá a no reírse de ella.
Porque con ella...no puede nadie.












martes, 17 de noviembre de 2009

Hope.



Dile a mi vida que me deje atrás, que huya sin mí.
Que yo me quedo aquí, arañando viejos recuerdos que solo yo quiero recuperar.
Dile que aprenda a ser sin mí.
Que yo me quedo aquí, imaginando una vez más como sería si todo volviese a ser como antes.







"Busca toda tu esperanza y aplástala hasta que sea una minúscula partícula de luz. Escóndela allí donde nadie, absolutamente nadie pueda encontrarla. Ten cuidado, por que puede que hasta olvides que algún día ocupó una parte fundamental en tu vida."







(...)
_Eso no existe.
_¿Qué?
_Lo que acabas de decir...eso de que de esperanzas también se vive. La esperanza no existe.
_Sabía que eras pesimista pequeña, pero nunca llegué a imaginar que fuera hasta este punto.
Él se rió con fuerza.Ella notó como sus mejillas se encendían.
_Pesimista no, realista. La esperanza es un sentimiento inventado, puramente artificial, algo que hemos creado para no asumir que lo que más ansiamos puede que no suceda nunca. Algo así como una anestesia.
Su expresión de asombro hizo que ella bajase la mirada y decidiese fijar la vista en los cordones de sus zapatos.
_Visto así...quizás tengas razón. Pero a veces es bueno una ligera anestesia ¿sabes?
_¿Sabes cual es el problema? Que cuando la anestesia se prolonga durante tanto tiempo...en el momento en que se pasen sus efectos y veas la realidad...lo que veas...acabará por destruirte. De una forma u otra.
_No sabes cuánto me sorprendes a veces pequeña. No lo sabes bien.
Ella calló. Siguió mirando los cordones de sus zapatos. Él cogió aire y continuó.
_No creo que tengas razón pequeña. Yo he tenido la esperanza de que me perdones durante mucho tiempo y la sigo teniendo. La tendré hasta que lo hagas.
Ella levantó la mirada y encontró sus propios ojos reflejados en los de él.
_¿Ves?Y cuando descubras que nunca podré hacerlo...¿qué sentirás?
El miedo cruzó su rostro.
_¿No estás hablando en serio verdad?
Una sola lágrima cayó de sus ojos. El daño había sido demasiado grande.




lunes, 16 de noviembre de 2009

Blood.






Respiras. Lento. Dejando que el aire te acaricie los pulmones. Te tocas el pelo con suavidad, con delicadeza, como si con cualquier movimiento brusco pudieras romperte. Como si tu fragilidad se mostrase en todo su ser.
Hoy, entre sus brazos, te come el orgullo y tienes ganas de mostrarte soberbia e indiferente. Tan soberbia, orgullosa e indiferente como él lo ha sido contigo. Pero no. Quizás otro día. Quizás mañana lo consigas porque hoy...aferrada al contacto de su piel con la tuya...las fuerzas te fallan. Una vez más.














_Antes no eras tan orgullosa.
_En algún momento tenía que aprender a serlo.
Me miró con una expresión sarcástica dibujada en el rostro.
_¿Sabes lo que creo?
_Sorpréndeme.
_Que no eres ni la mitad de orgullosa de lo que te gustaría ser. Ni la mitad de orgullosa como para poder olvidarme.
Sonreí.
_Me sobra orgullo para hacerlo. Créeme.
Le dejé allí, con la sombra de la duda reflejada en el rostro.












Me hierve la sangre sin poder evitarlo.


Doce.






Deja de intentar preocuparte,
Hace tiempo que no consigues que tiemble,
Hace tiempo que no lo intentas.





La indiferencia exterior deja paso al dolor, a la desolación y al desastre cuando todos vuelven la vista. No sabes lo que agradezco que seas el primero en hacerlo. No podría soportar que descubrieses que llevo tatuada tu mirada en cada centímetro de mi piel.







Y que mis ganas se mueran contigo.
Sólo necesito eso.






.
Cuando tú quieras recuperar tiempo perdido, no tendrás ni tiempo para decirme adiós.






Basta, basta, basta.
Doce.
Suma y sigue.

viernes, 13 de noviembre de 2009

You can't.

-Es una tontería que te lo diga, pero ahora me doy cuenta de lo poco o nada que te he echado de menos, de lo poco que te he necesitado cuando no has estado.
Creas dependencia en mí cuando estoy contigo. En el momento en que desapareces, vuelvo a respirar por mí misma, toco la libertad con la punta de los dedos...puedo ver más allá de ti.
-¿Entonces que hago?¿Desaparezco para siempre?
Sonreí.
-Empiezas a entenderlo.










No se lo digas a nadie...pero sigo siendo la misma imbécil masoquista de siempre.





Él es mi gran error.
El único que desearía no haber cometido nunca.


Ocho, y ni siquiera te importa.

Small.


La pequeña se siente más pequeña que nunca y curiosamente quiere sonreír.
Necesita desentumecer los músculos de la cara.
Ha hecho demasiado frío en su corazón, casi casi se ha congelado. Ha encontrado la solución que ella cree que es mejor. Golpe tras golpe, ha dicho basta, y ha blindado su corazón. Blindado ante caricias, cosquillas en el estómago o sentimientos estúpidos.





¿Sabéis que?
Me da mucha pena la pequeña.












Julie y John no son una historia feliz.
John loves Julie
Julie hates loving John








Ojos que no ven...corazón que palpita extrañando.

martes, 10 de noviembre de 2009

Pequeña.


Citaría a Oscar Wilde, pero me faltan ganas y me sobra pesimismo.
¿Será posible que haya vivido ya ese instante sin que haya hecho absolutamente nada por mantenerlo aferrado a mí?
Mis cicatrices, mi vida, mis lágrimas, mi sonrisa.
Lo absurdo de cada situación, de cada ilusión que descansa rota en el suelo.
Lo absurdo de mi corazón hecho un ovillo cada vez que caen las primeras gotas después de una tormenta atronadora.
Y escucho y callo y sonrío, enterrándolo bien lejos, donde sólo sea un latido indiferente, borroso, ajeno y sobre todo, mucho menos doloroso.Más fuerte, menos inocente.













En el fondo...solo es una niña crédula y débil que lucha por respirar una vez más.

lunes, 9 de noviembre de 2009

And then?







"Páralo. Haz que se detenga ya.
No puedo pasarme toda la vida sangrando sobre viejas fotografías."












El sonido de un trueno sonó en la habitación en penumbra mientras la lluvia repiqueteaba en los cristales.

Julie rodeó sus rodillas con los brazos, se balanceó lentamente de atrás hacia adelante y con amargura regaló al aire el mismo susurro de todos los días.
Dos palabras llenas de rabia.










¿Qué crees tú que susurra Julie?









domingo, 8 de noviembre de 2009

Over again.



¿Qué quieres que te diga?

¿Quieres que cuente una vez más las veces que he imaginado una vida contigo?

Una por cada grito desesperado.

Una por cada mala cara.

Una por cada lágrima y cada latido.

Una por cada vez que mis heridas parecían cicatrizar.

Una por cada vez que te he visto con otras.

Una por cada vez que me mentiste.

Una por cada te quiero.







Te has acostumbrado a creerte todas mis mentiras, todos mis intentos por hacerte ver que mi sonrisa es real. Tiene sentido. Es mucho más fácil creer que poco a poco voy reconstruyéndome. Si vieras la realidad…creo que no podrías soportarlo.

Lo siento…pero es que hay días que no puedo.


viernes, 6 de noviembre de 2009

Dejando lo frágil a un lado.




¿Puedo pedirte un favor?





Es muy sencillo y no te llevará mucho tiempo...




¿Podrías devolverme mis caricias y todos esos besos estúpidos que te regalé?


Supongo que no sabrás donde están...
Creo que los dejé olvidados en alguno de esos momentos que compartimos algún día.












Me muerdo la lengua y en vez de sangre escupo veneno.








jueves, 5 de noviembre de 2009

Rain.




Un corazón que late pidiendo ayuda.
Amargos recuerdos envueltos en bonito papel de
regalo.
De fondo, esa melodía que hace que tiemble hasta tu alma.







Se esconde, grita, suspira.
Se muere cada día un poquito más.












Como ese escalofrío que recorre su mirada.
Como un millón de momentos escondidos bajo la piel.
Así.




















Tan sumamente bien guardados
que ni yo misma sé donde están.