sábado, 30 de enero de 2010

You'll find love.


Y caes en la cuenta de que tu vida gira en torno a su sonrisa y su egoísmo.
En torno a él.


_Prometiste que no hablarías con él más de lo estrictamente necesario. Me lo prometiste._me reprochó mirándome a los ojos.
Sabía que a ella nunca conseguiría mentirle y aún así lo intenté.
_Y no lo he hecho.
Bufó.
_Claro que lo has hecho.
Intenté defenderme como pude.
_No lo he hecho, de verdad que no. ¿Por qué crees que he hablado con él?
Me observó durante unos segundos. Entre la rabia y la compasión.
_Por que cuando lo haces, llegas aquí con una sonrisa que lo ilumina todo ¿sabes? Y por que te conozco...¿Cuándo querrás darte cuenta de lo que pasa?¿Cuándo?_me preguntó enfadada.
Intenté ignorarla, incluso pensé en cambiar de tema pero sabía que no se iba a dar por vencida y yo empezaba a perder la paciencia. Mi voz se convirtió en un susurro.
_¿Sabes lo que es saber que alguien no te quiere en absoluto y aún así sentir la necesidad de ofrecerle tu vida cuando la suya parece no tener sentido? ¿Sabes lo que duele saber que estarás en el lugar de siempre cuando él necesite consuelo? Tú no lo sabes. Yo si.





Miss you.

miércoles, 27 de enero de 2010

Can I...?

¿Y qué si me hierve la sangre? ¿Y qué si a veces pagaría por matarte? ¿Y qué si se me acaban las excusas?Me da absolutamente igual que la realidad se empeñe en asomarse por debajo de mi cama. ¿Y qué si los latidos dicen basta?

¿Y qué? Si yo seguiré aquí, dándote todo el aire que necesites. Incluso cuando el aire ya no sea suficiente para mí.





_Soy tonta.
Me miró divertido.
_Bah, podrías serlo más._ bromeó.
A mí se me acabó el oxígeno. Yo no bromeaba y él se percató enseguida. Su semblante se volvió serio.
_Te juro que lo pienso una y otra vez y no se me ocurre cómo.




Que si, que soy yo.

La imbécil de siempre.


martes, 26 de enero de 2010

And love said no.



Hoy, lo ya frágil de por si, termina por romperse. El corazón me susurra basta. No tiene fuerzas ni para gritar.



_Yo soy subordinadas, bordería, egoísmo, empatía, viajes sin planear, películas sin terminar, argumentos racionales, la vagancia en persona, incapacidad para mirar a los ojos, vergüenza crónica, inseguridades, extroversión, lágrimas ocasionales, bipolaridad constante, tonterías diarias y empalagosa a más no poder.
_Menuda descripción...¿Y él?_me preguntó.
_Él es todo lo contrario a mí.
Me miró contrariada.
_¿Entonces?
_Uno no siempre decide a quién va a necesitar más que el aire.




Mucho no.
Muchísimo.

sábado, 23 de enero de 2010

From me to you.


_¿Desde cuándo tonteas con él?
Su pregunta me descolocó por completo.
_¿Perdona?
Me miró con la indiferencia dibujada en la cara, como si su pregunta fuera una casualidad. Lástima que a mi no pudiese engañarme.
_No es por nada en especial...es simplemente que no lo entiendo. No es tu tipo.
Casi me dieron ganas de reír. Mantuve la compostura y el orgullo bien alto.
_¿A qué viene esto?_pregunté orgullosa.
_A nada._respondió al instante. Apartó la mirada de mí. Yo mantuve la mía fija en él.
Pasamos largo rato en silencio. Un silencio tenso, lleno de caricias por realizar, lleno de abrazos rotos. Decidí romperlo.
_Así que no es mi tipo...
_Déjalo estar ¿quieres?_me espetó.
_No te entiendo._ dije susurrando.
Levantó la vista del suelo. Su mirada me traspasó.
_Yo a ti tampoco.





No te hubiera dejado salir de la cama.

jueves, 21 de enero de 2010

Crush.



Prometo susurrarle tonterías al viento para que siempre sople a tu favor. Prometo inventarme noches en vela solo para ti. Prometo morder a la tristeza cada vez que se atreva a acercarse a tus ojos. Prometo vivir las vidas que hagan falta para arañarte la espalda cada día y prometo no hacerle caso al corazón cuando amenace con irse a pique.







Él me mira como sólo él sabe hacerlo.
Y es entonces cuando todo hace boom.

martes, 19 de enero de 2010

I will.




Me miró con un sentimiento que no supe identificar de primeras. Algo así como una mezcla entre rencor y angustia.
_Yo...me canso ¿sabes? Me canso de ser yo el que te pregunte que tal estás. Me canso de preocuparme por ti y que tu ni siquiera me des las gracias por ello. Pero no, estás demasiado ocupada contigo misma como para dedicarme una sonrisa. ¿Cómo puedes ser así?
Hice un esfuerzo descomunal para no ponerme a gritar como una histérica en medio de aquel pasillo. Cogí aire y respondí con la mayor calma que fui capaz.
_Te cansas.
_Sí.
_De preocuparte por mí.
_Sí
Mi respiración se volvió irregular.
_Te cansas tú... ¿Y yo?
Su mirada reflejó sorpresa.
_¿Por qué tendrías que cansarte tú?
Le miré con indiferencia.
_Perdona, a veces se me olvida que, de los dos, sólo tú puedes ser la víctima. A veces hasta se me olvida que yo, la que ajusta su horario por ti, la que se envenena pensando que te pueden hacer daño, la que te ha demostrado una y mil veces que daría su vida por ti, soy siempre la culpable de todo.
Entre el silencio pude escuchar a mi corazón latiendo por pura rabia.



Aguanta pequeña.
Hasta que el corazón haga pum.

domingo, 17 de enero de 2010

Deep inside of me.





_De vez en cuando la realidad te explota en la cara y es entonces cuando tienes que decidir...Si quieres seguir como hasta ahora... inventándote excusas imposibles para no ver lo que tienes delante o asumir que no todo puede ser tal y como tu quieres.
_No sé de que me hablas._respondió.
_Ya veo que te has decidido por la primera opción. Sinceramente...no me esperaba otra cosa. Supongo que te darás cuenta de tu error cuando tengas que recoger del suelo lo poco que quede de ti.
_Cállate ¿quieres? Nunca tendré que hacer eso.
Sonrió con tristeza y contestó.
_No, tienes razón. No lo harás tú. Lo haré yo por ti, como siempre.


¿Lo peor?
Que no me importará nada en absoluto tener que hacerlo.



(Demasiada creatividad la de hoy me parece a mí.)

Sometimes I wish she was you.



Fuera llovía. Como siempre. Una tormenta amenazaba con descargarse encima de la ciudad y nosotros deseábamos que lo hiciese.
_¿Qué te apetece ver?
Me acurruqué un poco más en el sofá junto a él. Me dio un beso en la coronilla.
_Me da igual_respondí.
Aunque en la habitación apenas había luz pude ver como ponía los ojos en blanco.
_No hagas como siempre. A ver, tengo capítulos de series, películas, documentales...¿Qué prefieres?
Me miró impaciente. Al ver que no respondía, bufó.
_Siempre haces lo mismo._me reprochó._Al final siempre tengo que decidir yo.
_Eso no es cierto._me defendí haciéndome la ofendida.
_Claro que si.
Me incorporé un poco, apoyando mi cabeza sobre mi mano.
_Pon lo que quieras. Total...¿qué más da?_contesté con indiferencia.
_¿Por qué dices eso pequeña?_me preguntó.
_Por que me da igual lo que veamos, lo único que quiero es acostarme aquí, que me abraces y que me digas al oído que me quieres. Me importa bastante poco el final de la película que vayamos a ver...
El primer trueno resonó en nuestros oídos y su sonrisa iluminó la habitación.




Flashback.
Cosas que nunca me atreví a decirte.

miércoles, 13 de enero de 2010

Kinds of way.





_¿Sabes? Tienes una de esas miradas que se te clavan muy dentro, de esas que quieres olvidar pero no puedes porque te persigue hasta cuando duermes. Una mirada que habla, que hace que me sonroje cuando se centra únicamente en mi y que cuando se esfuerza consigue hacerme temblar. Tienes una de esas miradas que cuando muestran indiferencia...duele. No obstante...me he cansado de que me mires así.
Fue como una bofetada en lo más hondo de su orgullo, un golpe en el punto exacto. Se recuperó casi al instante.
_Nadie te mirará como yo. Nunca. Al igual que nadie me mirará como lo haces tú.
Mi respiración se volvió irregular.
_Eso no es así. Habrá otras personas. Otras miradas.
_No será lo mismo. Lo sabes. Mira.
Cogió mi mano y la puso justo encima de mi corazón, manteniendo la suya sobre la mía. Pude sentir mis latidos. Lentos, acompasados. Se acercó más a mí. Dibujó lentamente mi clavícula con sus labios, pasó por mi cuello hasta llegar a mi boca. Justo antes de besarme me miró a los ojos un segundo y susurró.
_¿Lo ves?
Pude sentirlo. Debajo de mi mano, mi corazón latía frenético ante sus movimientos sobre mi piel. Entonces lo comprendí. Nadie lo conseguiría nunca. Nadie que no fuera él podría hacer que mi corazón pronunciase su nombre una y otra vez con cada latido. Nunca.




Claro que no.
Y lo sabes.

domingo, 10 de enero de 2010

At the end of the day.

"Tiene una sonrisa que...cuando decide regalármela durante un segundo...yo no puedo dejar de pensar que daría lo que fuera para verla cada mañana al despertar."


(...)
_No me lo puedo creer. Dime que no has imaginado como será vuestra casa.
Me lanzó una mirada cargada de reproche, culpándome por ser tan ingenua. Yo no pude evitar sonrojarme y mirar hacia otro lado.
_Contéstame.
Seguí sin mirarla, refugiándome en mi silencio. Cuando conseguí armarme de valor contesté.
_Si. _ me miró perpleja _Claro que lo he hecho. He imaginado hasta el olor a madera quemada que desprenderá nuestra chimenea.
El reproche se convirtió en compasión. Se acercó a mi y me acarició el pelo con ternura.
_Sabes que nunca ocurrirá. ¿Por qué te haces esto?
Lo que quedaba de mi corazón tembló ante una realidad que se negaba a aceptar.
_Por que no puedo imaginarme una vida, mi vida, sin él.



Lo siento, no puedo evitarlo.

sábado, 9 de enero de 2010

L.



Debería ser la princesa de un cuento de hadas. La princesa perfecta que ya es con un destino acorde a su condición. Y en lugar de eso se le corre el rimel cada noche mientras le echa de menos en su cama. Su almohada no conoce otro nombre y su corazón se ha cansado de existir sin él. No lo entiende. No consigue entenderlo.

Ha sentido mil labios acariciar los suyos, ha escuchado bonitas palabras que sonaban dolorosamente vacías sin su voz. Y le pide al cielo que le lleve lejos de ella.

Renace de sus cenizas cada vez que no puede más y le muestra al mundo su mejor cara. Lo que el mundo no sabe…es que detrás de su sonrisa, la niña de ojos grandes y dulces llora mientras se desgarra por él.

Su príncipe aún no sabe quererla como debe ser. Lo hará, tarde o temprano. Nadie está preparado para escuchar un cuento sin un final feliz. Y este no será la excepción.




Esto es para ti, pequeña L.

Por ser de las mejores personas que conozco.

Te quiero

jueves, 7 de enero de 2010

All of me.




Llovía y yo llegaba tarde. Corrí. Cinco minutos más tarde me senté en la parada de autobús; por suerte llegaba a tiempo, el mío aún no había pasado. Pasados unos segundos noté algo raro: a mi lado, un chico me miraba con curiosidad. Un minuto más tarde me armé de valor y pregunté lo más educadamente que pude:
_¿Nos conocemos?
Él me miró.
_No.
Esta vez fui yo quien le observó. Me sonrió y continuó hablando.
_Es solo que me preguntaba...
Se calló. Parecía que le faltase valor para acabar la frase.
_Dime.
_¿Cómo una chica como tú puede estar triste?
Mi respuesta fue automática, casi como si la hubiera repetido un millón de veces.
_Yo no estoy triste._ me obligué a sonreír.
Silencio. Me miró con atención.
_Buen intento... pero tus ojos dicen más de lo que deberían.
Instintivamente aparté la mirada de aquel desconocido. Tuve el impulso de levantarme y echar a correr. No pude. Volví a mirarle a los ojos.
_¿Y qué es lo que dicen exactamente?
Ni siquiera necesitó mirarme.
_Que te ha hecho mucho daño.
Peligro. Empecé a temblar. Me observó preocupado.
_¿Estás bien?_Asentí con dificultad._ Perdona por meterme donde no me llaman. Lo siento.
_N...no. No pasa nada.
Tras un segundo de silencio rompí a llorar. Una lágrima por cada herida. Temí no poder parar de llorar nunca.
El desconocido se acercó a mi, dudó un instante y me rodeó con sus brazos. Mi sentido común me gritaba que me alejase de él, que no le conocía de nada...Una vez más, no pude.
_Tranquila_ me susurró_tranquila. _ me acarició el pelo_Ven, vamos a tomar algo caliente. Te sentará bien.
Me pregunté qué debía hacer. La respuesta no se hizo esperar.
Ese día, perdí el autobús.



Quizás algún día.

miércoles, 6 de enero de 2010

Bad day.

Por increíble que parezca, hoy no tengo ganas de escribir. Es uno de esos días en los que no me apetece salir de la cama. Y si estuviera él conmigo en ella, menos aún.





Ay de mi si pudiera hibernar.

lunes, 4 de enero de 2010

Let me just say.

Hay muchas personas que te conocen. Muchas que se ríen contigo y otras tantas a las que les encantaría pasar una noche contigo. Quizás ya no tantas que realmente aprecian cómo eres.
Muy pocas personas estarían contigo en un momento realmente difícil y aún menos darían su vida por ti.
Yo he sido la persona que te miraba mientras dormías y no podía evitar sonreír. La que te acariciaba la cara esperando no despertarte sólo para poder observarte dormir un segundo más. Yo era quien lo hacía todo más fácil, desafiando los problemas y mordiendo el tiempo para que huyese lejos. Yo era la que inventaba mundos paralelos sólo para ti. No quería pasar una noche contigo, quería pasar cientos de ellas a tu lado. Sólo yo te quise así.
Yo y mi estúpido deseo de hacerte la persona más feliz.


_¿Y ahora qué?
_Ahora nada. Ha sido divertido, siempre lo es, pero sólo eso. Pensé que lo sabías.
Nunca, nunca hasta ese momento lo había dicho de ese modo. Por supuesto que sabía que era así, pero no imaginaba tener que escucharlo de su boca. Le di un beso, fugaz, con un intenso sabor a despedida.
_No volverá a pasar.
_Claro que volverá a pasar._ me contestó. _ No estamos hechos para estar juntos y sin embargo no podemos vivir el uno sin el otro.
_Eso lo dices tú.
_¿Que no estamos hechos para estar juntos? Pequeña, eso es obvio...
_No, eso no. Lo de que no podemos vivir el uno sin el otro.
Deseé herirle por encima de todas las cosas. Necesité que sintiera la milésima parte de lo que yo sentía. Se rió ante mi afirmación.
_Yo no puedo imaginar que un día me despierte, aunque sea con ella a mi lado, te necesite y no estés. ¿Tu sí?
Su respuesta me descolocó por completo. ¿Cómo alguien podía ser así? ¿Cómo podía yo querer a alguien así?





It was funny.