Vuelve a ti. Cuando menos lo esperas. Y resuena como una bofetada a corazón abierto.
La necesidad de escribir. De llorarte en canal. De custodiar instantes que empiezan a corroerse con el tiempo.
Te preguntas. Te cuestionas.Vuelve a ti.
Y aunque el corazón enloquezca e intentes apartarlo lejos, sabes que nunca se irá.
No del todo. Nunca del todo.
Entró en la habitación llena de gente. Se sentó lejos pero frente a él. Notó sus ojos clavados en ella y le miró. Hubo algo en aquella mirada que se quedó clavado en su memoria para siempre.
Por primera vez, le sintió arder.