lunes, 14 de junio de 2010

Hear your voice.

Ya no se reduce sólo a todos los momentos que hubiéramos podido pasar ardiendo entre mis sábanas mientras el invierno se congelaba fuera. No es sólo porque te habría entregado la luna y habría puesto el mundo a tus pies sin pedírmelo siquiera. No.
El problema es que no hubiera sido capaz de limitarme a eso. Sería absurdo.
Ni siquiera mi vida entera hubiera sido suficiente para regalarte todo lo que soy.



_No tienes ni idea de cuánto duele. Ni puta idea.
_(...)
_No. Me está destrozando por dentro y no puedo hacer nada. Nada. Es patético.
_(...)
_¿Poco tiempo?_sonreí con amargura_ Probablemente, pero más que suficiente.



Por favor.
No quiero más.


1 comentario:

  1. Tan jodidamente cierto y bueno el texto (y perdón por la expresión).
    Llevo un tiempo aislada de mundo, y ahora que me pongo al día, recuerdo por qué me gustaba tanto leerte. Transmites con tanta exactitud el lado amargo del amor que me dan escalofríos.

    Duele, duele mucho. Pero al final... Al final olvidas acordarte de que te duela.

    ResponderEliminar

Mirada