_No lloro por tí_ escupí, las palabras como si fueran veneno. Aunque supe desde el primer instante que más que a veneno sabían a excusa.
Inhaló aire, como cogiendo fuerzas de cada molécula de oxígeno que respiraba.
_Eso ya lo sé, pero no me importa..._su voz se volvió un susurro.
_Si no te importa ¿qué haces aquí?_ le interrumpí_ Si no te importa lo más mínimo nada que tenga que ver conmigo, deberías irte. Ni siquiera sé por qué has venido.
Me miró a los ojos, atravesándome.
_...no me importa por qué llores. ¿Es que no lo entiendes? Lo único que quiero es que no lo hagas. No quiero que llores ni por ti, ni por mí, ni por nada en este mundo. No quiero. No puedo soportarlo.
Me secó las lágrimas con la manga del jersey. No quise pensar más.
vacía.