viernes, 2 de diciembre de 2011

I beg.

Cuando le conocí supe enseguida que sería él. Lo supe en el acto. Que él sería mi luz y mi desesperanza. Mi guerra y mi paz. En el mismo momento en que su sonrisa acarició mi mirada por primera vez. Cuando se clavó en mí; tan dentro... tanto... que aún hoy es parte de mí. Le llevo conmigo a dondequiera que vaya. Y así será hasta que decida volver a buscarme. Hasta que decida encontrarme.




_Hay otra persona.
Sentí que la tierra cedía bajo mis pies. Casi lo deseé.
_Lo siento._susurró.
Me hundí.




Not our time.

8 comentarios:

  1. Me encantó, aunque fuese doloroso. No quisiera oir esas palabras nunca :S
    Un besazo :)

    ResponderEliminar
  2. Me encanta la forma que tienes de expresar un sentimiento que yo no soy capaz de sacar fuera. Con tus entradas, me lees el pensamiento. Eres genial :)

    ResponderEliminar
  3. Es momento de renacer, entonces.
    Las cenizas se las lleva el tiempo.
    Me gustó mucho.
    Nou

    ResponderEliminar
  4. Y lo peor es sonreír cuando eso te está matando poco a poco por dentro. Creeme, conozco perfectamente esa sensación...
    Un besazo.

    ResponderEliminar
  5. Hay personas que aun que sepamos que no nos convienen, siempre tenemos al esperanza de estar equivocandonos.

    ResponderEliminar
  6. ¿Qué son los momentos de éxtasis sin los malos tragos? Necesitamos hundirnos un poco en la miseria para poder apreciar las alegrías que vienen después.
    Suéltalo. Déjalo ir. Písalo. Arrástralo. Tíralo. Rómpelo. Deja que todo lo malo se vaya. Aunque sea difícil abandonar esa tonta mirada. No te rindas, eres demasiado buena.

    ResponderEliminar
  7. Tengo un premio para ti, espero te guste, besos :)

    ResponderEliminar
  8. Que hermoso texto que has publicado. De todo corazón te felicito :) te sigo, desde el país de nunca jamás te saludo! Espero puedas y quieras pasar por mi blog y seguirme estaré muy agradecida . Kiss LET IT BE ~

    ResponderEliminar

Mirada