Ojalá pudiese llamarlo rencor. Pero no. Es rabia. Rabia que sabe a decepción. Rabia que sabe a "debí quererte menos". A "no debiste acabar con esto así." . De corazón, con el alma te digo, que espero que ella te haga feliz y que nunca, nunca, tengas que recoger los pedazos que quedan de ti como yo estoy haciendo ahora. De la misma forma espero poder decir algún día "te he querido". En pasado y sin heridas. En pasado y con cicatrices.
No sé si volveré a escribirnos. Sobre todo porque sé que no será un final feliz.
_Has acabado esto de la peor forma. Sin anestesia. Sin compasión._murmuré._ ¿Cómo has podido?
Me di cuenta de que destilaba veneno.
_Pensé que sería lo mejor.
Sonó sincero.
_¿Lo mejor o lo más fácil? ¿Y para quién?_escupí.
_Si no lo hubiera hecho así, nunca hubieras visto la clase de persona que soy. Nunca habrías podido arrancarme de ti. Ahora puedes aferrarte a ello.
Cruel. Simplemente cruel.
Rota.