viernes, 23 de agosto de 2013

Quite simple.

Dicen que las heridas y los recuerdos te hacen más fuerte una vez cicatrizados. Dicen que te ayudan a visualizar aquello que te ha hecho daño y a no cometer los mismos errores. 
Dicen. Utopías. Lo idílico. La esperanza de que sea así. La necesidad de que lo sea. 
No hay nada poético en el dolor. Nada romántico. Absolutamente nada.

El dolor duele. Destruye. Arrasa. Quema. Hace que te arrodilles ante su presencia. Que supliques clemencia. Tregua. 
No es bonito. No es épico. No es un lejano recuerdo del que algún día te reirás. Lo siento, pero no.










_Aún cuando he sido egoísta, te he puesto a ti por delante. Siempre.






Cinco.

2 comentarios:

  1. Dicen.
    Quizá lo único para lo que sirve el dolor es para inspirar las más bellas letras.
    Es posible que fortalezca, que convierta sonrosados y frescos corazones en fríos adoquines.
    ¿Existe alguna vacuna contra el dolor?

    ResponderEliminar
  2. La gente dice muchas cosas. Tal vez para ellos si sea así (qué afortunados), pero hay personas, pequeñas personitas, que una vez marcadas por el dolor, ya no pueden existir sin él.
    Me recuerda a un texto de un libro que me encanta:
    El tiempo lo cura todo. Otra milonga. El tiempo no cura nada. O cura lo que ya no importa. El tiempo es precisamente lo que nos hiere.
    Noches en vela. Apatía. Distracciones constantes. Pensar en lo que se dijo, en lo que se va a decir. En lo que se debería haber dicho. Mirar el horóscopo. El tuyo y el de él. Idealizarlo. Ver su rostro en cada rostro. Euforia. Bajones. Hablar sola. No comer. Beber en exceso. Vigilar el teléfono. Autocompadecerse. Hablar de tonterías. Írsete la bola. Pensar en lo que ella pensaría. En qué estará haciendo. Con quién. Llorar. Oír canciones tristes. Pensar en no pensar. Pensar en pensar en no pensar. No dormir. No vivir. Eso es lo normal en el desamor.
    Aunque, en realidad, fue mucho peor. Mucho. Una profundidad peor.
    Porque era el miedo.


    Besitos ;)

    ResponderEliminar

Mirada