domingo, 2 de octubre de 2011

Be mine.

_Ella era un chica de costumbres ¿sabes?. Tenía tantas que a duras penas puedo recordarlas todas. Sin embargo, hay una que destaca por encima de todas las demás. Una que se grabó a fuego en mi memoria y que, me temo _me miró a los ojos_ nunca podré olvidar. Esa costumbre era increíble. Fantástica. La más maravillosa de todas. Y yo...yo no supe verlo.
Pude ver en su rostro el rastro de la tortura que aún hoy le suponía recordar aquello. Siguió hablándome.
_Cada mañana, cuando a penas era consciente de que mis pupilas le daban los buenos días a la mañana, ella se aferraba a mí y me susurraba que me necesitaba.
Su voz se quebró. Necesitó unos segundos para recomponerse.
_A pesar de que era una chica de costumbres, un día dejó de hacerlo. Esa costumbre se marchitó. Simplemente dejó de existir. Y aunque seguimos muchos años más, nunca pude dejar de pensar que ella no quiso necesitarme más.




Uno no puede huir de sus propios fantasmas.

5 comentarios:

  1. Oh Dios, me ha matado, que hermoso. T.T

    Y cuanta razón en realidad... pfff.
    Gracias.

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  2. Qué hermoso. Quizás todo empezó a fallar cuando ella perdió aquella costumbre. Qué bonito que esas costumbren enamoren a otra persona, ¿no?
    Un beso ^^

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  3. Otra vez, como no, siempre me sorprendes, ya lo sabes.
    Un beso enorme. :)

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  4. Me encanta como te expresas y los temas de los que escribes. Aquí tienes una nueva seguidora. Un beso!

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  5. Eres increible. Felicidades por tu blog.

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Mirada