lunes, 21 de noviembre de 2011

Fire. Chaos.

Imagina una explosión. El segundo en que se desprende toda esa energía concentrada. La intensidad, lo breve, lo destructivo. Imagina también lo que sucede después. El caos, el desastre, la devastación total y absoluta. Eso somos él y yo.





_¿Sabes esa sensación que tienes cuando eres perfectamente consciente de que te fallará?
_Te lo dije. Te lo advertí hace semanas.
_No quería creer que había vuelto para destrozarme. Nunca me prometió nada. No es su culpa.
No, claro que no era su culpa. Era mía. Por bajar la guardia en ese segundo. Por imaginar que todo lo que me decía era real. Que él y yo éramos reales.






Ruinas.

9 comentarios:

  1. Debería haber tenido más cuidado. Si lo hizo una vez, ¿por qué no le iba a fallar de nuevo? Es duro, pero es la realidad. Está comprobado.
    Un besazo :)

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  2. Yo sí la conozco y tampoco es culpa suya.

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  3. A veces es imposible hacer caso a la razón y no al corazón. He ahí la razón de las caídas. Pero bueno, nada es definitivo. Siempre queda la opción de levantarse.
    Un beso.

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  4. Coincido con inestabilidad, a veces nos es muy pero que muy difícil
    Un beso

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  5. Un consejo: cierra ese libro para siempre.
    Un besazo.

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  6. Desgraciadamente, cuando se trata de amor, nadie puede dejar de sentir lo que siente por el otro, aún sabiendo que nos va a fallar.
    Un beso guapa! :)

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  7. Me encanto, a mi también me ha pasado he vuelto a creer en quien no se puede confiar!!

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  8. Me ha pasado, a veces creo que soy yo por emocionarme demasiado y otras que es él por su manera de comportarse, pero bueno uno aprende a caminar callendose.
    Me ha gustado muchísimo tu blog! :D besos guapa

    somos-instantes.blogspot.com/

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  9. Creo que nunca habría podido definir mejor un sentimiento así.
    Las guerras siempre terminan, o al menos eso esperamos, así que espero que de las luchas y las crueles puñaladas puedas renacer. Y esa es la mejor victoria. Él ya perdió. A alguién como tú.

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Mirada