En el momento en que parece que unos débiles rayos de sol se asoman entre las nubes...entonces sólo silencio.
He llegado a la conclusión de que es el miedo a romperme por enésima vez lo que me hace medir con creces lo que escribo. Quizás mi corazón esté demasiado acostumbrado a reconstruirse.
No lo sé. Hoy por hoy, no tengo nada que decir.
A ver cuánto dura.
Normalmente me pasa..
ResponderEliminarcasi prefiero que no tengas nada que decir, eso es que te va bien y me alegro. Aunque me siento muy identificada con lo que escribes a menudo. Un besazo!
Me pasa exactamente lo mismo...
ResponderEliminardicen que donde duele, inspira
Qué gran verdad... suele pasar!!!
ResponderEliminarPero eso siempre es buena señal...
Un abrazo.
Me siento muy identificada con muchas cosas que escribes.
ResponderEliminarEl corazon siempre se recompone solo.
Besos!
Pues sinceramente, espero que este blog se pudra y que no escribas más. Por qué así sé que eres feliz.
ResponderEliminarTe quiero, Cata.
L.
Lo bueno es que al final conseguiste el valor para decir unas cuantas cosas.
ResponderEliminarY creo que a todos nos quedó bastante claro la intensidad de lo que querías expresar
= )