sábado, 27 de noviembre de 2010

Wrong time.

Nunca me han gustado las condiciones. Ni ponerlas ni que me las impongan. Y sin embargo, estoy acostumbrada a sufrirlas. Tú mismo fuiste una condición. Todo estaba bien si tú estabas bien. Nunca importó que yo me desgarrara por las esquinas. Nunca te importó. Aunque...¿sabes qué? Quizás el problema no fuera ése. Quizás el problema era que a mí tampoco me importaba.





_Nunca me han gustado las condiciones. _respondí con frialdad.
Noté cómo me observaba durante un minuto que se me antojó eterno. Decidí no levantar la mirada del suelo.
_¿Y si nos olvidamos de ellas?_me susurró.
El cosquilleo de mi estómago se hizo más intenso.
_No serías capaz.
Levantó mi cara poniendo un dedo sobre mi barbilla. Mis ojos quedaron a la altura de los suyos. Empezaba a ser demasiado para mí.
_Por ti sería capaz de suplicarle a la luna que brillase sólo para ti.



Que ni quiero que vuelvas ni quiero que te vayas.

1 comentario:

  1. en esta situacion, yo seria la que siempre tuvo toda la atencion..es feo, pero siempre en una pareja uno de los dos tiene mas derechos.. siempre..

    ResponderEliminar

Mirada