sábado, 9 de enero de 2010

L.



Debería ser la princesa de un cuento de hadas. La princesa perfecta que ya es con un destino acorde a su condición. Y en lugar de eso se le corre el rimel cada noche mientras le echa de menos en su cama. Su almohada no conoce otro nombre y su corazón se ha cansado de existir sin él. No lo entiende. No consigue entenderlo.

Ha sentido mil labios acariciar los suyos, ha escuchado bonitas palabras que sonaban dolorosamente vacías sin su voz. Y le pide al cielo que le lleve lejos de ella.

Renace de sus cenizas cada vez que no puede más y le muestra al mundo su mejor cara. Lo que el mundo no sabe…es que detrás de su sonrisa, la niña de ojos grandes y dulces llora mientras se desgarra por él.

Su príncipe aún no sabe quererla como debe ser. Lo hará, tarde o temprano. Nadie está preparado para escuchar un cuento sin un final feliz. Y este no será la excepción.




Esto es para ti, pequeña L.

Por ser de las mejores personas que conozco.

Te quiero

4 comentarios:

  1. debería de enterarse de lo mucho que le necesita :)

    precioso^^

    un beso enormee

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  2. La verdad nos da libertad,
    pero a veces tambièn dolor...
    tal vez te encontraste un principe morado, estoy segura de que el azul espera con ansias, como tu, por alguien que estè dispuest@ a dar amor como tal, nada menos.
    saludos

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  3. Los fantasmas acechan en las sombras de la noche y envenenan los sueños... Pero siempre, irremediablemente, sale el Sol a la mañana siguiente.

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Mirada