domingo, 28 de febrero de 2010

Wrong.




_¡Dímelo!¡Vamos!
Me mordí la lengua con fuerza. No quería estallar y mucho menos decir algo de lo que me fuera a arrepentir.
Me miró y soltó un gruñido de exasperación. Caminaba de un lado a otro de la habitación mientras yo permanecía sentada en la cama. Aguantando las ganas de ponerme a chillar como una histérica. Aguantando todo lo que había sentido hasta ese momento.
Él pareció serenarse. Se puso de cuclillas frente a mí, mirándome a los ojos.
_Explícame por qué lo haces. Por qué eres así conmigo. _me susurró mientras me rozaba la cara con la mano. _Por favor. No consigo entenderlo.
Parecía a punto de derrumbarse. Mi corazón aflojó un poco. Le devolví la caricia mientras él apoyaba su cabeza en mis rodillas. Le sentí vulnerable.
_Por que no puedo quererte así. ¿No lo entiendes?_murmuré con un hilo de voz.
Pude notar sus lágrimas humedeciendo mi piel. Le levanté la cara sujetando su barbilla con mi dedo índice. Su rostro quedó a centímetros del mío.
_No puedo quererte tanto como para llegar a odiarte. No puedo.



Te equivocas.

4 comentarios:

  1. Madre mía..es exactamente igual que algo que yo viví. En serio, clavas mi vida en palabras. Un besazo!

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  3. se me ha cogido un pellizco dentro. uf! el sentimentalismo me puede! que no se me salten las lagrimas. me encanta!

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  4. Wow, que increible seria eso, querer tanto a alguien hasta llegar a odiarlo, odiarlo porque darias por él todo mientras el anda por ahi llorandole a cualquiera que sea capaz de quererlo un poco menos que vos, porque se siente culpable por todo lo que te pase a ti, porque cree que te paso por quererlo demasiado.
    Me encanta tu blog!!
    Besos, espero tu visita.

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Mirada