miércoles, 16 de diciembre de 2009

Me rindo.


Ante lo que pudo ser y no fue.
Ante tus ganas y mi debilidad.
Ante ti.



_Hubiera conseguido hacerte feliz. Créeme que lo hubiera conseguido... con detalles de esos que te dejaban sin aire y te hacían sonreír. Pero no me has dejado intentarlo. Y yo ya no puedo hacer nada más. Me rindo.
Me miró. Tal y como lo hacía siempre. Comiéndome con los ojos y pidiéndome perdón por no poder hacerlo.
_No puedes rendirte.
Dejé de necesitar el aire.
_¿Por qué?_pregunté.
Se calló. Parecía estar buscando las palabras que necesitaba decir. Esperé por una respuesta que tal vez nunca llegaría, una vez más. Para mi sorpresa, esta vez sí llegó.
_Por que casi lo habías conseguido.
Pude escuchar cómo se rompía dentro de mí. Ruinas.
_Casi lo había conseguido_repetí_como siempre.
Le rocé la cara con la mano. Cerró los ojos. Mi voz se convirtió en un susurro.
_Me rindo.






No puedo estar aquí toda la vida.


3 comentarios:

  1. Una belleza...

    Me encanto tu blog.
    Espero pases por el mio y leas lo que hago...

    Una seguidora mas...


    Besos

    ResponderEliminar
  2. Una entrada increible, me encanto.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Buf... creo que podría protagonizar una escena exactamente igual. Casi lo consigo... pero no puedo estar ahi eternamente...
    Que duro...

    Te sigo!

    ResponderEliminar

Mirada