De esa clase de cosas que nunca quisiste vivir.
De esa clase de cosas por las que te morirías si se perdieran en el recuerdo.
Entre el masoquismo y lo absurdo.
Tú.
A veces, sólo a veces, camina de puntillas para evitar que el sonido de sus pasos la alcance y tal vez la asuste.
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Mirada