martes, 10 de noviembre de 2009

Pequeña.


Citaría a Oscar Wilde, pero me faltan ganas y me sobra pesimismo.
¿Será posible que haya vivido ya ese instante sin que haya hecho absolutamente nada por mantenerlo aferrado a mí?
Mis cicatrices, mi vida, mis lágrimas, mi sonrisa.
Lo absurdo de cada situación, de cada ilusión que descansa rota en el suelo.
Lo absurdo de mi corazón hecho un ovillo cada vez que caen las primeras gotas después de una tormenta atronadora.
Y escucho y callo y sonrío, enterrándolo bien lejos, donde sólo sea un latido indiferente, borroso, ajeno y sobre todo, mucho menos doloroso.Más fuerte, menos inocente.













En el fondo...solo es una niña crédula y débil que lucha por respirar una vez más.

1 comentario:

Mirada