lunes, 30 de noviembre de 2009

Good dream.


Tal vez sea el temor a romperte otra vez lo que hace que vayas con sumo cuidado, eligiendo cada paso que das, dibujándote con el miedo un futuro que no debería ser ni siquiera boceto.





Sus manos sujetaban mis muslos, acercándome a él con fuerza mientras me dibujaba la clavícula con los labios.
_Esto no está bien..._murmuré.
Me tapó la boca con una mano, deslizando la otra por debajo de mi camiseta. De un impulso me sentó encima de la encimera y no pude evitar rodear su cintura con mis piernas, asfixiando el mínimo espacio que aún quedaba entre los dos. Mordió mi labios y yo arañé su espalda. Podía sentir su aliento entrecortarse en mi cuello. No quería evitar aquello, no era capaz de hacerlo.

Me desperté sobresaltada, empapada en sudor. Alguien a mi lado encendió la lampara de la mesilla de noche. Un rostro muy diferente al del protagonista de mi sueño me observaba preocupado.
_¿Estás bien?_ me preguntó con ternura_ No parabas de dar vueltas en la cama hasta que te has despertado.
Asentí mientras sentía como su mano rozaba mi frente. Temblé.
_¿Seguro que estás bien?
_Si. _contesté mientras me volvía a recostar.
Me sonrió con dulzura, apagó la luz y me envolvió entre sus brazos.Unos brazos que no eran los que yo ansiaba.
Esa noche no pude dormir.











¿Y si te pido que me dibujes con tus dedos?

1 comentario:

Mirada