martes, 24 de noviembre de 2009

Pequeñas tiritas para grandes heridas.

"Déjame reventar el horizonte del porvenir,
dándole al sueño una realidad con las caricias que hice por ti."
Te mentiría. Jere.







_Me duele un poquito el corazón. Creo que es porque te echa de menos.
Entre indiferencia y rencor le contesté.
_¿Ah si? Pues ponle una tirita, a ver si a ti te funciona.
Dio un paso hacia delante y el escaso espacio que había entre los dos se hizo más pequeño. Podía verme reflejada en sus ojos. No me gustó.
_Casi había olvidado lo irónica que puedes llegar a ser.
Me habló cerca. Tan cerca que pude comprobar como mis defensas se resquebrajaban de arriba a abajo. Me di cuenta de que había bajado la guardia. Tonta, tonta, tonta. Meses sin verle, desintoxicándome de todo lo que tenía que ver con él para que en un segundo todo se viniera abajo. Respiré hondo, concentré toda mi rabia en mi mirada y clavé mis ojos en los suyos. Él pudo percibirlo y sin embargo...no se movió.
_¿Qué quieres?¿Por qué has vuelto?
_Por ti.
Mi mundo tembló, una vez más.








Sabes por que se fue...no le preguntes porqué ha vuelto.

4 comentarios:

  1. ooooooooh! me a pasado eso... no tan intenso, pero me senti así hace unos dias... me da pene volver a verlo.. pero sabes tengo un miedo que si dejo de verlo toda oportunidad se pierda en el espacio y tiempo.

    ResponderEliminar
  2. Es díficil desintoxicarse de alguien que a sido la mayor adicción de tu vida.

    Te sigo, encontré tu blog 'vagabundeando'.

    ResponderEliminar
  3. El último texto de mi blog habla justamente de lo mismo, bueno, muy parecido.
    Pasate.. te sigo ^^

    ResponderEliminar

Mirada